EL MENSAJE A LA IGLESIA EN
TIATIRA
“Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto”. Apocalipsis 2:18.
Una misteriosa Babilonia
Vamos al Libro del Apocalipsis capítulo 2, versículo 18. Estamos llegando con la ayuda del Señor a Su mensaje a la iglesia en Tiatira; es decir, Tiatira fue una iglesia histórica de aquella época del Señor Jesús, del apóstol Juan, del Asia Menor, lo que hoy se llama Turquía.
Subiendo de Efeso por Esmirna hacia Pérgamo, ahora tomamos la dirección de Pérgamo hacia el sureste, descendiendo un poquito oblicuamente desde el norte de Anatolia o Turquía hacia el sureste, unos 32 kilómetros; no es tan lejos de Pérgamo; allí estaba la ciudad histórica de Tiatira donde se dieron unas condiciones supremamente dolorosas al corazón del Señor que deben serlo también al corazón nuestro. Quizá no haya una carta que refleje más hasta donde puede caer la iglesia, inclusive a probar lo que son las profundidades de Satanás; sin embargo, el Señor Jesús la sigue tratando de Iglesia y le sigue siendo fiel y le sigue hablando y dando salida; es profunda esta carta. Esta carta a Tiatira representa el mayor descenso en la historia de la Iglesia, si miramos lo que se suele llamar “la edad de las tinieblas”, las eras de la oscuridad o del oscurantismo, y no oscurantismo en relación con el llamado iluminismo, sino oscurantismo en relación con la espiritualidad, con Cristo; porque hoy en día algunas personas usan la palabra oscurantismo desde la posición del llamado iluminismo y desde el racionalismo, pero yo no uso la palabra oscurantismo desde el iluminismo, sino desde la espiritualidad, desde la palabra de Dios. A ninguna iglesia de estas siete, el Señor le habló tanto. Si usted compara cuantos versículos le habló a Efeso, son siete; a Esmirna, una iglesia que estaba en plena persecución, le habló cuatro; a Pérgamo le habló también pocos; después ustedes los pueden comparar, pero en cambio a Tiatira le habló con una docena de versículos; es la iglesia a la que más le habla, a la que más le dirige Sus palabras; y sin embargo, la iglesia que cayó en mayor profundidad.
Antes de leer el mensaje a Tiatira, yo quisiera que leamos un pasaje que nos ilustra este proceso de las iglesias de descenso, como después también de restauración. La iglesia fue descendiendo desde Efeso por Esmirna hasta Pérgamo y por Pérgamo hasta Tiatira; y después comenzó a ser restaurada poco a poco desde Sardis, Filadelfia hasta los vencedores de Laodicea. Laodicea en sí es una iglesia contra la cual el Señor tiene muchas quejas, pero hay vencedores sobre esa situación. Para entender ese proceso de decadencia y restauración de la iglesia, vamos al libro de Joel, vamos a leer allí algunas expresiones del Espíritu Santo por este profeta. Primeramente vamos al capítulo 1; voy a leer desde el versículo 2.
Estas palabras se las dijo primeramente el Señor a Israel; esto aconteció inicialmente con Israel, antes de ser llevados cautivos a Babilonia, y luego fueron librados de Babilonia, regresados a Jerusalén; pero ustedes recuerdan que en el Nuevo Testamento también hay una misteriosa Babilonia, y también una Babilonia misteriosa de la cual salir hacia una Jerusalén celestial. La historia de Israel es tipológica; así que cuando vemos esta profecía, tiene un primer sentido primario gramático-histórico en relación a Israel y un segundo sentido alegórico o tipológico en relación a la iglesia.
Entonces vamos a verlo en los dos sentidos. Joel 1:2: “2Oid esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres?” Qué buena pregunta. ¿Qué es lo que ha acontecido en los días pasados y que está aconteciendo en nuestros días? Es una pregunta del Espíritu. El Espíritu nos pregunta sobre lo que ha acontecido en el pueblo y dice aquí: “3De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación”. Dios dice que esto lo contaremos; Dios quiere que tengamos sentido de la historia, de la intervención de Dios, también del diablo y la nuestra en la historia.
El árbol comido por la plaga
Entonces dice así: “4Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado”; o sea que estamos viendo una degradación de un árbol; ese árbol representa al pueblo del Señor, pero primero viene un gusanito; has dejado tu primer amor, las obras de los nicolaítas, y comenzó ese gusanito, esa oruga, a comerse primero las hojitas; pero dice: lo que dejó la oruga... La oruga fue el primer gusanito que empieza a comer. Dice: lo que quedó de la oruga comió el saltón; después ya estamos viendo que en Esmirna aparece algo así que se llama “la sinagoga de Satanás”; en medio de la persecución empieza a comer más y luego dice: “lo que quedó del saltón comió el revoltón”; ese es otro animalito, ya vemos en Pérgamo, que a lo que antes era hechos, obras, de los Nicolaítas en Efeso, sinagoga de Satanás en Esmirna, es doctrina de Balaam y doctrina de los nicolaítas en Pérgamo; y por fin dice: “y la langosta comió lo que del revoltón había quedado”; o sea, el ataque de Satanás contra el árbol del Señor. Él dijo que Él era un árbol y nosotros éramos ramas de ese árbol. Él dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos” (Juan 15:5).
Cuando lo estaban llevando a la cruz, las mujeres de Jerusalén lloraban por Él, y les dijo: “28Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. 31Porque si en el árbol verde hacen estas cosas,¿en el seco, qué no se hará?” (Lucas 23:28,31).. El árbol verde es la vida divina en toda su preciosa manifestación; ahora, Él tenía que manifestarse en la Iglesia; nosotros somos las ramas de la vida del Señor, pero hay un ataque de Satanás contra la Iglesia, una lucha; así como el Señor fue muerto en la cruz, pero luego por la vida divina resucitó, así también la vida divina que fue dada a la Iglesia es atacada por Satanás hasta llevar a la Iglesia a las profundidades de Satanás, como vamos a ver aquí; sin embargo, como el Señor resucitó, empieza a restaurar y a recuperar lo de Dios en la Iglesia hasta vencer. Los últimos vencedores que sean vencedores de todo; pero entonces hubo un proceso de degradación hasta que la langosta se comió lo que dejó el revoltón, que se había comido lo que dejó el saltón; que se había comido lo que dejó la oruga. Ya en Tiatira vemos la condición de máxima decadencia de la Iglesia. El Señor en vez de quedarse callado fue a la que más le habló, le reconoció algunas cosas buenas y le hizo notorio los graves errores.
Crítica textual
Ahora sí vamos a leer el mensaje a Tiatira de corrido para tener en cuenta los detalles textuales, habiendo revisado esto, porque cada vez lo reviso para que los hermanos lo conozcan, pero lo importante es el texto. Después volvemos al texto sobre nuestros pasos. Leamos primero de corrido el mensaje del Señor para tenerlo todo presente al irlo comentando.
“18Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20Pero tengo contra ti...” Ese “unas pocas cosas” apenas algunos manuscritos lo dicen, no todos; los más antiguos no lo dicen, pero resulta que en el griego no suena como bien entendido; entonces algunos escribas le agregaron una palabrita que allí se traduce en tres palabras como para hacerlo más gramatical. “Tengo contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel”; algunos manuscritos no dicen: “esa”, sino “tu mujer Jezabel”. Unos dicen: “esa”, otros dicen “tu”, y al comparar unos manuscritos con otros queda difícil decidir cual de los dos será el original. Si a algunos les pareció muy duro llamarla “tu mujer” y le pusieron “esa” o fue al revés que decía “esa” y lo quisieron personalizar y dijeron: “tu”. Los eruditos no saben por cual de las dos clases de manuscritos decidirse, así que les dejo a ustedes que decidan. Yo pienso que ya sea una o la otra cosa, tiene mucho que decir. “Tengo contra ti que esa (o tu) mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y el corazón; (claro, la palabra “mente” era como más entendible, pero lo que dijo Dios fue “riñones”, o sea, lo más profundo de tu ser; aquí adentro son los riñones. Los riñones y el corazón, dijo el Señor) y os daré a cada uno según vuestras obras.
24Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero, como yo también la he recibido de mi Padre; 28y le daré la estrella de la mañana. 29El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Esta iglesia de Tiatira es la primera iglesia a la cual el Señor apela primero a los vencedores. Hasta aquí el Señor había apelado a la iglesia entera. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias; apela, llama a todas las iglesias y luego menciona a los vencedores. Luego a partir de aquí, Tiatira, el Señor comienza a apelar primero a los vencedores; la iglesia llegó a una condición tan degradada que el Señor tiene que llamar a vencedores. No sé si ustedes se dieron cuenta de que aparecen varios niveles de personas en Tiatira. Por una parte, el Señor encomia las cosas buenas, y por otra parte, reprende cosas gravísimas; y sin embargo, el Señor a todos esos que llevan Su nombre de cristiano, que se dicen del pueblo del Señor Jesús, el Señor le habla a todos.
Sacrificio continuo
Usted encuentra cosas preciosísimas como las que aparecen allí en el primer versículo; dice: “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras”.
Esto es un gran encomio y es un encomio por muchas cosas y el Señor no va a decir eso, si eso no existiera. Tanto en la Tiatira histórica como en el período de la historia de la Iglesia que proféticamente está representado por el mensaje a Tiatira, porque estas siete iglesias son una tipología profética, o sea, esas iglesias históricas, el Señor está hablando a esas iglesias históricas y por esas iglesias históricas Él está profetizando, porque este libro es una profecía de principio a fin.
Entonces tenemos que interpretarlo no sólo históricamente, sino también proféticamente. Hubo una Tiatira histórica. La palabra Tiatira quiere decir: “sacrificio continuo”; la palabra “tisiasterio”, que es de donde vienen las raíces de la palabra Tiatira, quiere decir el altar del incienso, el altar de la alabanza; entonces la palabra Tiatira significa “sacrificio continuo”. Algunos, por causa de la presencia de Jezabel en esta profecía, le han llamado “mujer dominante”; por causa de Jezabel entonces han relacionado Tiatira con mujer dominante, pero en el griego es “sacrificio continuo”. En esa época fue cuando se estableció la misa como un sacrificio repetido y en donde los alimentos, la harina, el elemento agua mezclado con la harina o el aceite, el elemento vino, fueron adorados con adoración latréutica, como si fuera Dios mismo, por causa de una doctrina que surgió en la edad media, que es la doctrina de la transubstanciación, con la cual se decía que los elementos se convertían en la carne y en la sangre de Cristo; entonces como a Dios hay que adorarlo y adorarlo en Cristo, entonces adoraron la ostia, adoraron la harina, adoraron el vino, en adoración como si fuera a Dios mismo; eso sucedió en esa época; y ese sacrificio constante de adoración, cuando se levanta, eso es lo que quiere decir la misa, un sacrificio continuo; no el sacrificio único de Cristo hecho una vez para siempre, sino continuado; entonces llegó a considerarse un sacrificio continuo, incesante y eso es lo que significa Tiatira.
Trasfondo geográfico-histórico
Ahora, Tiatira era una ciudad que se caracterizaba por las pinturas; inclusive la palabra pintura y Tiatira tienen una relación. Ustedes recuerdan que la primera convertida de Tiatira fue Lidia; ella era una vendedora de púrpura de Tiatira, solamente que en ese momento estaba en Filipos, porque ella, aunque era de Tiatira, llevaba el comercio desde Tiatira; lo que hacían en Tiatira era producir tinte.
Había una raíz de una planta que ellos utilizaban y producían unas tintas púrpuras y escarlatas, y ellos hacían unas telas y las teñían; ese era el principal negocio de Tiatira. Tiatira también está relacionada con Tiro, pues debido a la ubicación geográfica de Tiatira, y debido al comercio con Tiro, llegó a ser una ciudad importante, aunque no tan poderosa como Pérgamo, como Esmirna y como Efeso en otros asuntos. Tiatira llegó a ser fuerte en el aspecto comercial y en el aspecto militar. ¿Por qué en el aspecto militar? Porque allí hacia adentro: Esmirna, Pérgamo, Tiatira ahí estaba al límite entre el reino de Lisímaco que era hacia el norte y el de Seleuco que era hacia el sur; entonces quedaba en una situación fronteriza; y fíjense en lo curioso de la ubicación geográfica de Tiatira. Tiatira tiene una historia de cambio constante de gobierno; hay inconstancia. Ahora estaba gobernando un determinado imperio, pero como quedaba en zona fronteriza, a veces el otro imperio prevalecía, entonces dominaba a Tiatira. Tiatira estaba en un vaivén constante; a veces reinaba el rey de Pérgamo; a veces reinaban los descendientes de Seleuco, después reinaba otra vez Roma; o sea que Tiatira estaba siempre bajo diferentes gobiernos; estaba como decir en un vaivén y era un lugar fuerte en cuanto a comercio, igual que Tiro. Ustedes saben que Jezabel era hija del rey de Tiro, y ustedes saben a quién se le llama espiritualmente el rey de Tiro en la Biblia, al mismo diablo. Si ustedes lo quieren ver, vamos allí a Ezequiel capítulo 28 y ustedes se van a dar cuenta de que detrás del rey de Tiro, el rey físico, estaba el rey espiritual, los gobernadores de las tinieblas de este siglo. Ezequiel capítulo 28, mostrando que el verdadero rey de Tiro no era el títere que aparecía como político, sino el espíritu de Satanás mismo que manejaba. Vamos a verlo en Ezequiel 28, y esto lo menciono por causa de la relación con Tiro y con Jezabel y la relación con comercio, contrataciones y con Tiatira también. Ahora, ¿qué era lo que vendía Tiatira? Vendía telas de púrpura y de carmesí; el púrpura es el que viste el llamado purpurado que es el colegio episcopal, y el escarlata es del colegio cardenalicio; y justamente, eso aparece allí en Tiatira; y la misma Lidia era vendedora de las telas; pero esas telas se usaban para esas posiciones de honor en el imperio romano que después pasaron a ser de honor en las jerarquías romano-papistas.
Ezequiel 28:12: “12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro”. Lo que va a hablar aquí es de Satanás, porque Satanás es el verdadero rey espiritual que maneja al rey de Tiro; es el personaje que expresa ese tipo de gobierno, lo que es la personalidad espiritual, el carácter de Satanás. El Señor, al identificar a Satanás detrás de este rey de Tiro, ya habla directamente al que está detrás. Le habla al que está detrás, y dice así: “el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura. 13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornalina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14Tú, querubín grande, protector”. Ahora vemos quién era el verdadero rey de Tiro; no era el títere sino el titiritero, el querubín. El rey físico era el títere, el titiritero era el querubín; por eso Pablo habla en Efesios de los gobernadores de las tinieblas de este mundo; por eso en Daniel 10, el príncipe de Persia, titiritero, aparecía representado en el príncipe de Persia natural. El príncipe de Grecia, titiritero, el espíritu principado demoníaco, digitaba el imperio griego; aquí vemos que el que digitaba el gobierno de Tiro, el comercio y todo eso, era el mismo querubín rebelde, el mismo Satanás.
Pies semejantes al calcolíbano
Vamos otra vez a Apocalipsis 2 para seguir el mensaje a Tiatira; pero tenemos que ver todo lo que implica la palabra Tiatira, la historia de Tiatira, cómo eso tiene una influencia y cómo eso tiene también una tipología. La iglesia en Tiatira es la iglesia en una situación muy difícil; y leí lo de Joel para mostrar hasta dónde pudo degradarse la iglesia; y aún el Señor la sigue llamando iglesia. El Señor dice: Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira, y dice que algunos llegaron a las profundidades de Satanás; eso no aparece en Efeso, ni en Esmirna, ni en Pérgamo, ni en Sardis, ni en Filadelfia, ni en Laodicea; las profundidades de Satanás aparecen solamente en Tiatira; y sin embargo, el Señor la llama “la iglesia” y es un candelero, y de oro; pero por causa de los vencedores. Vamos a leer allí muy lentamente.
¿Cómo se presenta el Señor al ángel de la iglesia en Tiatira y a la iglesia?. “El Hijo de Dios”; allá ellos tenían el culto de Apolo y el culto de una Síbila, y aquí dice: “El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego”; o sea, el que penetra hasta lo más profundo, y por eso dice: el que escudriña los riñones y el corazón, los ojos como llama de fuego. Y dice más: “y pies semejantes al bronce bruñido”; o sea, el calcolíbano, que era una de las cosas que se producían en Tiatira. En Tiatira se producía el calcolíbano que era como una especie de bronce bruñido, como una aleación que se producía justamente en Tiatira; hacían escudos de calcolíbano, de manera que la gente de Tiatira sabía lo que era ese metal y el Señor se identifica a ellos como el que tiene los pies de calcolíbano o bronce bruñido; como quien dice: ustedes conocen el proceso para que este metal salga; y yo tengo pies de eso, yo pasé por el horno, yo pasé por el juicio, yo escudriño todas las cosas. El pecado es juzgado en mí; aquí es donde más pecado se presenta; entonces Él se presenta como el que juzga el pecado, el que escudriña los riñones y el corazón; aquí dice “la mente”, pero el Señor dijo: los rines, nefrus, de donde viene la palabra nefritis, o sea, inflamación de los riñones. Esa es la palabra que el Señor Jesús usó. El que escudriña los nefrus, los riñones y el corazón. “Ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al bronce bruñido”; es el Señor que juzga el pecado. Como el problema de Tiatira era pecado hasta lo más profundo, el Señor se presenta como el que juzga el pecado y el que pasó por el juicio del pecado; es muy profundo. El Señor hace las dos cosas: por una parte, el juicio del pecado; por eso él trata con el pecado y por eso él va a castigar.
Dice: “yo la arrojo en cama”, etc. “y a sus hijos heriré de muerte”. Él es el Señor que juzga el pecado; por eso, en cuanto Hijo Él les trata los más profundos pecados. Si se arrepienten pueden ser libres. Por eso Él dice: les he dado tiempo para que se arrepientan; o sea que el Señor puede solucionar, si se arrepienten. ¡Cómo es de misericordioso el Señor! No sólo juzga el pecado, sino que Él sufrió por el pecado para librar del más profundo pecado; aún de las profundidades de Satanás el Señor puede librar porque Él es el que tiene pies como bronce bruñido; Él fue hasta el mismo Hades, el mismo Seol, y tomó las llaves del infierno y de la muerte. Entonces habla a los que son fieles en Tiatira. Ustedes van a darse cuenta de que en una situación tan terrible, sin embargo había gente fiel; este período de la iglesia corresponde a la llamada edad media; o sea, más o menos después del período patrístico. Después de Constantino ese período patrístico representa la era de Pérgamo. Luego comenzó lo que se llamó la pornocracia, el gobierno de papas corruptos, de papisas de Roma; hasta de mujeres, una llamada la papisa Juana, que era una mujer disfrazada de papa y se llamaba “Juan VIII” y era una papisa; así como aparece una Jezabel en esos tiempos de pornocracia papal, aparece una mujer llamada Marosia y y otra llamada Lucrecia Borgia, de las que ustedes han oído unas barbaridades que sucedían allá en el papado, y todas esas prostituciones y cosas; compraban el papado por medio de dinero, nombraban a un niño de ocho años de cardenal porque con el puesto de cardenal tenía muchos beneficios que todos los Estados tenían que pagar; y hubo papas hasta de once años, y hubo papas hijos de papas, una cosa terrible; o sea, la iglesia y el llamado cristianismo llegó a la más profunda degradación en la edad media; incluso hubo papas como uno de los Silvestres de quien dicen que fue mago negro; hubo varios papas que fueron acusados de brujería, otros de asesinato, de incesto; muchas cosas se dieron; por eso se habla de las profundidades de Satanás; eso se vio en la historia, en la edad media, la edad de las tinieblas, siglo VIII, siglo IX, siglo X, siglo XI, siglo XII, siglo XIII, siglo XIV, siglo XV; fueron los siglos de la peor calaña de gente que se decía cristiana, haciendo las peores cosas y se decían cristianos.
Un remanente fiel
Sin embargo, en medio de todo ese sistema, había gente santa que no estaba en esa posición, pero que toleraba a Jezabel decirse lo que no era, pero mantenían fidelidad; personas como Francisco de Asís, como Bernardo de Claraval, como los pre-reformadores anteriores a la Reforma que la vez pasada mencioné, como Arnaldo de Brescia, como Jerónimo Savonarola, como Pierre de Bruise, como Enrique de Lausana; éstos fueron líderes que estuvieron subterráneamente siendo fieles al Señor, enseñando la palabra, como también fueron Juan Hus, Juan Wicleff; todos esos grandes hombres de Dios tuvieron que enfrentarse a todo ese sistema. Entonces el Señor a un grupo le habla de ser fiel; a esos les dice el Señor: “Conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti”; aquí está lo que el Señor desaprobaba: “que toleras”. Fíjate, tú ves muchos de esos grandes hombres santos, como San Francisco de Asís, sin embargo, él mismo aceptaba el papado, aceptaba ese sistema, aunque él era un santo. Yo les conté una vez la historia como él fue y le pidió permiso al papa Julio II para que le permitiera hacer una orden para obedecer el evangelio; le pedía permiso al papa para obedecer el evangelio. El papa, como vio que a Pierre de Bruise y Pedro Valdo y los valdenses no les habían dado permiso y habían hecho las cosas a su manera, entonces él políticamente le dio permiso de obedecer el evangelio y ahí surgió la orden de los franciscanos descalzos que se vestían con túnicas, siempre se amarraban con un cordón y solamente comían lo que les daban; por eso los llamaron mendicantes, que fueron los que evitaron que se perdiera Europa para el cristianismo; porque si no hubiera habido la reacción de estos hombres, era tal la maldad que había en los altos clérigos que la gente se hubiera vuelto atea, si no hubiera sido por esos grupitos que estaban allí; como decir, los que no tenían esa doctrina que ellos llaman las profundidades de Satanás; o sea que hubo algunos que fueron fieles, pero muchos de los que eran fieles al Señor aceptaban la doctrina nicolaíta, aceptaban el catolicismo, aceptaban la jerarquía papal antibíblica; unos no, unos sí; entonces el Señor ¿qué le dice a la iglesia? “tengo contra ti que toleras...”; o sea que hay cosas que el Señor no quiere que toleremos en la iglesia, y el Señor nos lo cobra.
La Jezabel histórica y la espiritual
Fíjense en que el Señor no habló con Jezabel; Él quería que sus representantes, los que andan en Su Espíritu, fueran los que declararan lo que era Jezabel; pero ellos lo toleraron; entonces el Señor dice: “tengo contra ti que toleras que esa mujer”; otros dicen “tu mujer Jezabel, que se dice profetisa”; no que fuera, pero que se dice profetisa: “enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Aquí aparece primero una Jezabel histórica, una mujer llamada Jezabel o que fue llamada por el Señor Jezabel para recordar quién era la Jezabel antigua; ya hubo una Jezabel del pasado. ¿Quién era la Jezabel del pasado en tiempos de Elías? Era la hija del rey de Tiro, una mujer pagana, adoradora de Baal, adoradora de Astarté, que se casó con el rey Acab en Samaria y que instauró el culto a Baal, el culto a Astarté en Israel y persiguió a los profetas de Dios, y el último que quedó fue Elías y también lo buscaba para matarlo y le juró que mataría a Elías; le dijo: te mataré; y fue cuando Elías tuvo que huir al Sinaí caminando tremendamente y después tuvo que volverse otra vez. Esa mujer Jezabel era una pagana, pero era una pagana que estaba en autoridad sobre el pueblo de Dios, era la esposa del rey Acab y ejerció autoridad e impuso su religión sobre el pueblo de Dios. Que el Señor utilice ese nombre, está como haciendo alusión a esa situación; la situación que hubo en Israel en tiempos de Acab, cuando una mujer pagana, hechicera, hija del rey de Tiro, que ustedes saben era el títere principal de Satanás en ese tiempo, asuntos de comercio, ella se decía profetisa; no que fuera profetisa, pero se decía ser. ¿A quién está tipificando esa Jezabel aquí? A la gran ramera que leímos la vez pasada en Apocalipsis 17, y que está tipificada por esta Jezabel; es la pornocracia papal de la edad media que se decía ser como dice en Apocalipsis 18; miren lo que dice esa mujer, Babilonia la grande, Roma; dice en el verso 7: “Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón; yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto”. Eso es lo que ella dice, que está sentada como reina, no soy viuda y no veré llanto. Ella pretende ser algo, ella no es una profetisa de Dios, es falsa, no ha nacido de nuevo, ella es pagana, ella no debe ser tolerada por la iglesia, pero la iglesia estaba tolerando a esa mujer Jezabel, que se decía profetisa, ejercía autoridad sobre los siervos de Dios, seducía a los siervos de Dios a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. La fornicación material, tipifica la fornicación espiritual; la mezcla de la palabra de Dios con el paganismo, con el asunto del nepotismo, del dinero, de los parientes, de la corrupción; todo eso está tipificado en Jezabel. Jezabel tipifica a la iglesia católica romana de la edad media, de la época del oscurantismo; es la que, cuando tú lees estas palabras, no hay otra que pueda ser identificada como ella. Es que quizás ustedes no han leído la historia, pero había épocas donde inclusive hasta los cadáveres se desenterraban. Un papa desenterraba el cadáver del otro para quitarle al cadáver los dedos de la bendición y luego lo tiraban al Tíber y deshacían las ordenaciones eclesiásticas que había hecho el papa anterior; a veces había tres papas peleándose entre sí. Lo que llegó a hacer el cristianismo, fueron cosas terribles. De la gran ramera Él dice que está saciada con la sangre de los siervos; instauró la inquisición, la tortura; torturas terribles eran hechas. A una persona que estaba siendo quemada le ponían una estatua de la virgen en la nariz, diga: salve regina; el pobre muriéndose allá, le metían la estatua de María por la nariz para que invocase a María, en vez de invocar a Cristo. Si ustedes leyeran lo que fueron realmente esos años terribles, que hasta los mismos historiadores católicos lo reconocen. En Los Anales de Baronio, allí está toda esta historia que le estoy contando y los mismos lo reconocen; hubo una degradación: la langosta se comió lo que quedaba; hubo ahí savia en las raíces para que después brotara, algunos clandestinos, perseguidos, como aquellos que mencioné que hicieron algo. Pero aparece Jezabel tipificando esa época, una posición de gobierno, aquella gran ramera, Roma, Babilonia, Jezabel, que se dice profetisa; es decir, pretende hablar en nombre de Dios y la gente lo tolera, incluso los siervos, muchos lo toleraban, como les mencioné Francisco de Asís, Bernardo de Claraval, ellos toleraban el romanismo; fueron hombres fieles, pero el Señor dijo: tengo contra ti que toleras esta mujer que se dice... ¿qué decía ella? Hablar en nombre de Dios, ser profetisa, ¿qué más? Enseñaba, pero ¿qué enseñaba? Idolatría y fornicación espiritual y material; entonces ahí está retratada perfectamente la pornocracia papal de los siglos medios; está perfectamente profetizado; Jezabel que se dice profetisa y enseña a mis siervos; el Señor reconoce que siervos suyos están engañados por esta reina pagana que reina sobre el pueblo de Dios, que se dice ser profetisa y enseña a los siervos del Señor. “Y le he dado tiempo para que se arrepienta”; miren cómo es el Señor, “le he dado tiempo”. ¿Saben cuanto duró esa época? Como mil años duró el período de Tiatira, porque el período patrístico comienza a pasar hacia el período de la edad media más o menos desde los años 500 hasta el 1500, porque surgió la Reforma; ya esa es otra época que es la que sigue: Sardis; pero como duró mil años y por eso algunos católicos dicen que ese es el milenio, porque ellos reinaron sobre los reyes durante esos mil años, entonces dicen que ese es el milenio; pero fue una farsa del milenio, un pseudo-milenio, porque reinaron en forma terrible, no mártires, sino torturadores.
“21Y le he dado tiempo”; ahí está el período que más duró de todos estos períodos, es Tiatira; en el período de la iglesia el que más duró, era un cristianismo que el Señor le permitió siglos y siglos, a ver si se arrepentía, pero no ha querido arrepentirse; el Señor varias veces la llevó a arrepentirse; cuántos concilios buscando reformar esa situación escandalosa y nada, siempre la justificaban. Cualquiera que estudie la historia del catolicismo, la historia de los concilios, se da cuenta de que muchas veces se quiso reformar y nunca fue posible.
“Le he dado tiempo”; fue el período más largo de todos; el Señor le habla doce versículos, le permite casi mil años. “Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
He aquí, yo la arrojo en cama”; esta palabra cama en el griego es clinen, de donde viene la palabra clínica; es cama de enfermedad, la arrojo en clínica; en cama pero de clínica, lecho de enfermedad, lecho de muerte, lecho de dolor; ella había fornicado en su cama, ahora en su cama va a sufrir los dolores, en la misma cama donde ella fornicó; allí en esa misma cama va a sufrir los dolores.
Juicio a la gran ramera
Vamos a ver algo de Apocalipsis aquí; después volveremos con más detalle, pero para adelantar este aspecto, veamos lo que dice de la gran ramera en el capítulo 17:16: “Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera”. Ella había fornicado con los reyes de la tierra, con los grandes concordatos; siempre los nuncios están como los decanos de los embajadores; siempre el protocolo más elevado es el del Vaticano; incluso hasta a los Presidentes se les ordena salir de espalda y no de frente; y algunos le besan el anillo y todo; fornicando con los reyes de la tierra, siempre. Ahora, ¿qué va a pasar? “éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego”. Es posible, en un próximo cónclave para elegir un nuevo papa o en un próximo concilio, le pongan una terrible bomba al Vaticano; no una bomba de esas pequeñas, sino una grande; porque dice que la gran ramera será devorada, consumida con fuego; ese es el juicio que Dios tiene para ella; es muy probable que eso pueda suceder. Ya muchas veces ha habido ataques al Vaticano, pero aquí dice: será consumida con fuego; no será un incendio solamente, sino será consumida, la quemarán con fuego. Ahora, eso no dice que procederá de Ben Laden, sino de estos diez que tienen el plan del anticristo. Dice que Dios ha puesto en sus corazones el ejercer lo que Él quiso, ponerse de acuerdo y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. Esos reinos europeos le darán la autoridad al anticristo, a la bestia; pero como no podía venir la bestia hasta que no fuera quitada Roma, pues entonces, será quemada la ramera, que es Roma, con fuego, y entonces vendrá el anticristo; eso era lo que le decía Pablo a los Tesalonicenses.
Sabemos quién lo detiene hasta ahora, hasta que sea quitado de en medio; el imperio romano; no podía venir el imperio del anticristo, mientras estuviera el romano; y no puede prosperar ni la bestia, ni el anticristo, hasta que estos diez reinos no quemen a Roma, la ramera.
Juan dice que la ramera es Roma. Dice, esa mujer es la ciudad que reina en los reyes de la tierra, y esa era Roma, no nos equivoquemos; Roma es la gran ramera, es la Jezabel que fornica con los reyes de la tierra; incluso siervos de Dios, gente que quiere servir al Señor, pero le dan posiciones en la jerarquía y le van dando posiciones en los bancos: el Banco Ambrosiano, el Banco Vaticano, y una serie de cosas que no da el tiempo para contar; me demoraría mucho decir datos. Sin embargo, se van corrompiendo; enseña a mis siervos a fornicar, y a comer cosas sacrificadas a los ídolos; la idolatría, el paganismo se mezcló en el cristianismo desde esas posiciones, desde Roma; eso está profetizado y se cumplió tal como Dios dijo: le he dado tiempo, ¿cuánto tiempo?
Y no han querido arrepentirse: “He aquí, yo la arrojo en cama”, en clínica, en enfermedad, “y en gran tribulación”. Recuérdese que el Señor a la iglesia en Tiatira le habla de su segunda venida. “25Pero lo que tenéis, (se lo habla a los fieles) retenedlo hasta que yo venga”. ¿Qué quiere decir: “hasta que yo venga”? quiere decir que cuando el Señor venga habrá los vencedores de Tiatira que serán recompensados. Quiere decir que el estado de Tiatira, el catolicismo romano, representado en Tiatira, continuará hasta la venida de Cristo, porque el Señor le dice a los vencedores que retengan lo que tienen hasta que Él venga. Cuando el Señor venga, encontrará mucha gente en el estado de Tiatira. Mucha gente católico romana, algunos todavía en sus negocios, vaticanos, etc., hasta con narcotráfico y con suicidio de banqueros, y la pugna de los masones y el opus-dei por controlar el Vaticano; todas esas cosas, hasta que el Señor venga, porque la gran ramera será juzgada por el Señor de dos maneras: una manera, quemada con fuego; otra, el terremoto; el Señor se acordará de Babilonia y producirá un terremoto mundial; el terremoto mundial del que hemos hablado a los hermanos. Dice la Biblia que es por causa de que el Señor se acuerda de las fornicaciones de Babilonia; eso es lo que producirá el terremoto; eso lo dice la séptima copa, que es ese terremoto mundial. “22He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran“; los que adulteran con la ramera en ecumenismo, los que se meten en esas cosas, adulteran con ella; siervos del Señor mezclados con el Vaticano y sus negocios; entrarán en gran tribulación; ahí dice, los arrojo en gran tribulación a los que adulteran con ella. Hay que mantener cuidado, ¿verdad, hermanos? No hay que adulterar con Jezabel, porque entonces nos toca gran tribulación.
“Si no se arrepienten de las obras de ella”. Aquí muestra que ella es la que hace esas obras, ella es la que convida al ecumenismo, ella es la que hace los grandes negocios y es la que invita al Vaticano a los pastores, también a los brujos, también a los musulmanes y a los rabinos, y les manda el pasaje, les da dinero, “las obras de ella”, ella es la líder. Por eso dice: a los que con ella adulteran, los arrojaré en gran tribulación; a ella en cama y a ellos en gran tribulación; “si no se arrepienten de las obras de ella”. Hay que arrepentirse de las obras de Jezabel, de las obras de la gran ramera. “Y a sus hijos”; la Jezabel histórica tuvo hijos naturales, pero la Jezabel espiritual, del período de Tiatira, la gran ramera, tiene hijos espirituales, tiene seguidores, tiene muchos cardenales, muchos arzobispos, muchos obispos, muchos curas y muchas monjas y gente que les sigue: “Y a sus hijos”, éstos son los hijos de la gran ramera: “a sus hijos heriré de muerte”; por eso el Señor dijo: “Salid de ella pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y no recibáis parte de sus plagas”; las plagas son las siete copas de la ira; vienen contra la gran ramera; y si los hijos de Dios, del pueblo de Dios, no salen de Babilonia, entonces le vienen las plagas y esas plagas son muerte. “23Y a sus hijos heriré de muerte y todas las iglesias sabrán...”; cuando vean el castigo de Dios a estas personas, “todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y el corazón, y os daré a cada uno según vuestras obras”.
Ahora, ¿quiere decir que sólo hubo esa perversidad? no, hubo gente fiel, aquí están los fieles, aquí está el remanente, aquí están aquellos cristianos que en esa época terrible tuvieron que estar en clandestinidad, protestando, enseñando y siendo perseguidos: “Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira”; aquí vemos tres niveles: vosotros, que es la iglesia en general, el promedio; Jezabel que es con la que están fornicando, y los demás que están en Tiatira, pero que son fieles. Son tres niveles: vosotros y los demás; había hablado de Jezabel y sus hijos, que ellos lo toleran; aunque no participan, lo toleran; no deben tolerarlo. “A vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina”. La enseñanza de fornicación e idolatría y de profecía de la Jezabel que pretende ser algo, pretende hablar en nombre de Dios, dice: yo soy reina, me he enriquecido, no veré llanto, no seré viuda. Los que no tienen esa doctrina. Hubo en esa época de Tiatira, en las ciudades medias, gente que no fue romanista, que no fue papista, y el Señor aquí les está nombrando: “los demás que están en Tiatira”, no ellos, los demás que están en Tiatira y no tienen esa doctrina, “y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás “. Para que el Señor Jesús hable eso, Él, que conoce todo lo que se hace en secreto y que Él diga que hubo gente que hablaba de las profundidades de Satanás, pero hubo algunos que no supieron de eso, a esos que ignoraron eso, el Señor los aprueba. El Señor dice: “y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.” Ahora, ¿cuál era la situación de estos vencedores? clandestinidad, persecución, la inquisición; entonces a éstos que no estaban en los puestos de poder, éstos que eran perseguidos y clandestinos, a éstos les dice el Señor:
“Al que venciere y guardare mis obras”, las del Señor; no es hacer lo que a nosotros se nos ocurre, sino lo que el Señor tiene preparado hacer Él con nosotros y nosotros con Él. “Guardare mis obras”; nosotros tenemos que guardar Sus obras, lo que Él preparó de antemano para Él hacer con nosotros y nosotros con Él; si lo guardamos, si no dejamos que se pierda esa oportunidad, sino que entendemos que eso lo preparó el Señor para hacerlo con nosotros y nosotros lo hacemos con Él, “Y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”; porque ellos eran los perseguidos, los degradados, los clandestinos; “le daré autoridad”; ahora la que decía ser, irá en cama de tribulación y a fuego; aquí dice: “le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero, como yo también la he recibido de mi Padre”; ¿cómo recibí autoridad de las naciones? dice el Señor: caminando mi camino; si ustedes caminan mi camino estrecho, ésta será vuestra recompensa: autoridad sobre las naciones, pero no sólo una autoridad, sin mí, sino con este complemento: “y”, es el complemento, porque no se puede tener autoridad sin este complemento: “y le daré la estrella de la mañana”; ahora Jesús, ustedes saben que Él mismo se identificó a sí mismo como la estrella de la mañana, allí en Apocalipsis 22:16; el Señor Jesús dice: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. Ahora, el Señor es también el sol de justicia, pero ¿por qué no dice: le daré el sol de justicia? porque el sol de justicia es cuando Él venga en su segunda venida; pero antes de que el Señor venga en su segunda venida, Él es la estrella de la mañana. Él es el que nos alumbra en la oscuridad; esta gente fue la que tuvo que vivir en los tiempos oscuros; entonces el Señor será la luz de los vencedores en los tiempos del oscurantismo, en los tiempos de las tinieblas. “Le daré la estrella de la mañana”. Yo me daré a ellos para alumbrarlos en la oscuridad. No sólo cuando Él venga, ese es el sol de justicia. Él podría presentarse de otra manera, pero se presentó como la estrella de la mañana, el que alumbra en las edades oscuras, en la oscuridad. Por eso es que a algunos de los siervos del Señor, que fueron siervos de Dios antes de la época de la reforma, les llaman con ese nombre. En los libros de historia de la Iglesia, a Juan Wicleff le llamaban el lucero de la mañana o la estrella de la Reforma; antes de venir la época de la Reforma, hubo pre-reformadores que hicieron ese trabajo. El Señor a esos vencedores les dará Su propio ser, pero en este sentido: “le daré la estrella de la mañana”, autoridad y la estrella de la mañana; y la que dice estar en autoridad, irá en cama y en tribulación y en muerte, y los que estaban siendo perseguidos y clandestinos, manteniendo un testimonio en medio de dificultades, el Señor no les añadirá más cargas. “Le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. A nosotros nos dice esto el Espíritu; no sólo a esa época. Lo que dijo a esa época, lo que dijo a otras iglesias, nos lo dice a nosotros; hay que aprender del sentimiento del Señor acerca de estas cosas. Vamos a orar y dar gracias al Señor. ☐
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