ZAFIRO
"19Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista". Apo. 21:19-20.
El mantenerse de segundo
Vamos a abrir la palabra del Señor. Permítanme dar continuidad al tema que estamos trayendo los viernes. Si el Señor me permite, quisiera poder terminarlo antes de viajar; entonces quizá sea necesario tomar algunos domingos para esto. Oremos un momentito, hermanos. Vamos al libro del Apocalipsis capítulo 21, a la perícopa de la Nueva Jerusalén; y vemos una cortita frasecita que está dentro del verso 19; la frase es la siguiente: "El segundo, zafiro"; eso es lo que con la ayuda del Señor, estaremos considerando en esta mañana. "El segundo, zafiro". Dice desde el verso 19: "y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; (que estuvimos viendo el viernes) y el segundo, zafiro". Hoy estaremos concentrados en el zafiro.
En primer lugar, les llamo la atención a esta palabra: "el segundo"; yo creo que es más fácil ser 17, ser 19, ser 25, que ser segundo; porque el que está de segundo podría estar de primero; quizás uno de los querubines más altos que Dios había creado lleno de sabiduría y de hermosura era el que dirigía la adoración a Dios; incluso algunos han pensado que era el segundo, digamos, después de Dios; pero vean el problema que a veces tienen los segundos y vean la grandeza también de quedarse de segundo. El problema es querer ser primero, pero lo que revela el mantenerse de segundo, eso es una cosa muy preciosa.
Aquí estos cimientos están ordenados en un orden de autoridad; cada una de estas piedras tiene el nombre de uno de los apóstoles, y cuando nosotros examinamos las listas de los apóstoles, aunque por la informalidad, digamos por el motivo que no era precisamente hacer un orden, a veces hay algunas pequeñas variantes, algunos se bajan, otros se suben, sin embargo, cuando las comparas las cuatro, ahí descubres que sí existe un orden de autoridad entre los apóstoles del Señor, entre los doce apóstoles; tú nunca ves a Matías de primero o a Andrés de primero, o a Pedro de quinto, o a Felipe de octavo; si tú miras la lista, Felipe siempre está de quinto; una vez Mateo aparece más abajo de Tomás, pero es porque él se pone más abajo; pero realmente casi siempre es Mateo y Tomás, Mateo y Tomás, Mateo y Tomás; solamente cuando Mateo habla es que Mateo dice Tomás y Mateo; pero aunque Mateo dice: Tomás y Mateo, y Mateo se pone debajo de Tomás, sin embargo siempre aparece antes que otros; quiere decir que en el reino de Dios aparece un orden de autoridad, un orden de oportunidad; también cada cual tiene su tiempo; sobre el trabajo de uno viene el trabajo de otro. Para que eso se dé así tiene que haber mucho trabajo hecho en la persona; para que el que sea primero no se exalte, para que el que sea segundo no tenga envidia o rivalidad. Cuando tengo esos problemas se necesita un tratamiento del Señor.
Diferencia de propiedades en las piedras preciosas
Y aquí aparece una piedra diferente: el zafiro; es una piedra diferente al jaspe, es una piedra diferente a las demás piedras. Todas las piedras son preciosas, todas se hacen a través de unas tremendas presiones, de tremendos calores, de exfoliación, de aserramiento, de tallado y de pulido; todas se hacen así; sin embargo, no todas las piedras se tallan de la misma manera, porque no todas las piedras tienen las mismas propiedades, no todas tienen las mismas composiciones.
Por ejemplo, el zafiro se diferencia de las piedras que forman el grupo del cuarzo, porque las del grupo del cuarzo tienen como principal elemento el silicio, el sílice con el oxígeno; a grandes presiones se forman piedras preciosas; en cambio, las que son del grupo del corindón, que es otro grupo de piedras preciosas como el rubí, como el zafiro, no tienen el elemento sílice, sino que tienen otro elemento que es el elemento aluminio. Los átomos son de aluminio en vez de ser de sílice; eso quiere decir que aunque todas las piedras son preciosas, no todas tienen el mismo elemento; una cosa que tenemos que tener presente es que aunque todas son preciosas, no son iguales; aunque todas pasan por pruebas tremendas, no son iguales; cada una tiene propiedades diferentes y el tallado de cada una es diferente.
Hay piedras que se tienen que tallar de manera directa, haciendo capas planas; en cambio otras sólo se pueden tallar en forma curva; hay piedras que se tallan curvas; si usted trata de tallarlas en forma directa las daña, no va a producir el brillo; sino que algunas piedras hay que tallarlas en forma curva; por ejemplo, ésta que estamos viendo hoy, que es el zafiro, es una piedra que se tiene que tallar en forma curva; cuando se talla en forma curva entonces tiene una propiedad que vamos a ver un poquito más adelante, que la pierde si no se sabe tallar.
Hermanos, el tallador tiene que saber cómo tiene que tratar a cada piedra; eso nos habla mucho, nos habla de cómo Dios no nos trata a todos igual, aunque todos somos iguales para Él; no somos iguales; nosotros, digamos en dignidad, somos iguales en el sentido de que Dios no hace acepción de personas; pero nosotros tenemos diferentes temperamentos.
Diferentes caracteres en los seres humanos
Hay gente que ha clasificado los temperamentos, por ejemplo en colérico, en sanguíneo, en melancólico, en flemático; personas unas introvertidas, otras extrovertidas, hablando en el lenguaje de la psicología natural; pero que si verdaderamente vemos la manera de ser de las personas nos damos cuenta de que son diferentes. Hay personas, por ejemplo, que son sanguíneas, que son extrovertidas, que son alegres, que sirven para ser el alma de la fiesta, que son los que están adelante promoviendo las cosas, están recibiendo a las personas con un gran cariño; esas son las cualidades que tiene ese temperamento, pero también tiene otras carencias; se necesitan las cualidades de otro temperamento. Por ejemplo, el temperamento melancólico es más introvertido, pero es de más largo alcance, dura más, es capaz de soportar por largo tiempo muchas presiones, es una persona sumamente fiel a las cosas; el temperamento melancólico es diferente al temperamento sanguíneo. El colérico, pues, parece que abre brecha; se necesita que alguien empiece y nadie empieza, pero esta persona empieza, rompe brecha; pero claro que después tiene que ir el flemático curando las heridas que dejó el colérico.
Tenemos, pues, diferentes temperamentos, no somos iguales; en unos prima más una cosa, en otros prima más otra cosa; todos tenemos cualidades especiales diferentes unas de otras, y también carencias que necesitan ser completadas por otros, y también defectos que necesitan ser tratados por la cruz. El hecho de que haya variedad de piedras preciosas, quiere decir que hay variedad de seres humanos, y que cada piedra preciosa es tratada de una manera diferente; lo que estaba diciendo: cortar una piedra derecha es diferente que cortarla en forma curva; hay unas que tienen que ser cortadas en forma curva. Hay personas a las cuales tú les puedes hablar directo como a Pedro. A Pedro el Señor lo reprendió mucho; Pedro fue bastante reprendido, en cambio fíjense en que Juan era de una manera diferente, aunque a veces también fue reprendido, como cuando quería hacer bajar fuego del cielo con su hermano; el Señor lo corrige de una manera. Todas estas piedras preciosas son, como dijimos la vez pasada, una parábola del reino mineral. Dios nos habla por parábolas del reino animal, por parábolas del reino vegetal y por parábolas del reino mineral; entre las parábolas del reino mineral están estas parábolas de las piedras preciosas.
Las piedras preciosas no son solamente gemas; son significado de transformación de los siervos del Señor, son significado de las pruebas que ellos necesitan pasar para ser preciosas, son significado del tallado especial que tiene cada uno y de las propiedades diferentes que tiene cada uno. Nuestra hermana María Mercedes Lozano me señala que así como hay doce piedras preciosas como cimientos del muro de la Nueva Jerusalén, así también hay doce combinaciones diferentes de temperamentos.
Propiedades del zafiro
Entonces el zafiro es una piedra que necesita ser tallada de forma redonda; el zafiro llega a tener cuatro propiedades que son las que lo clasifican, que es lo que lo hace diferente de otras, aunque las otras también son preciosas. El zafiro tiene estas cuatro propiedades: la primera, simetría; la segunda, estabilidad; la tercera, dicroísmo; y la cuarta, asterismo; esas son las cuatro propiedades específicas de esta piedra preciosa que es el zafiro; y después, cuando empecemos a ver la relación de esta piedra con determinado apóstol y con determinado contexto bíblico, nos vamos a dar cuenta de por qué realmente esas propiedades aparecen allí.
Simetría, primera característica del zafiro
La primera propiedad es la simetría; el zafiro cristaliza de una manera que lo hace que se desarrolle completamente simétrico; es decir, igual para un lado, igual para el otro lado, igual para el otro lado, igual para el otro lado; eso nos habla de la justicia, eso nos habla del equilibrio; simetría quiere decir no hacer acepción de personas, simetría es no ladearse para un lado ni para otro; simetría quiere decir no dejarse influir por sus prejuicios, ya sean prejuicios de antipatía o prejuicios a favor, porque también hay prejuicios de simpatía, como dice el dicho: "el amor es ciego"; a veces hay prejuicios que no nos dejan ver lo que tenemos que ver, perdemos el realismo, nos volvemos ingenuos y mitológicos. El Señor quiere que seamos realistas. La primera característica del zafiro es la simetría; y justamente la tribu que le corresponde al zafiro es la tribu de Dan.
Vamos a Éxodo capítulo 28, y allí está el orden de las piedras; y nos vamos a dar cuenta de que el zafiro pertenece a Dan, y Dan significa: juicio; la palabra Dan significa que Dios juzga; por eso el profeta Daniel se llama Daniel, que quiere decir: Dios juzga; la raíz dan es la raíz de la palabra juicio, y la terminación o el sufijo el, es el de la divinidad; Daniel, Dios juzga. Tengamos abierto aquí Éxodo 28, y comparémoslo con Génesis 30. Vamos a ver primero lo que dice Éxodo 38:9 en adelante: "9Y tomarás dos piedras de ónice, (hoy no estamos detenidos en el ónice, pero es para ver el orden del nacimiento de las tribus en la intención de Dios) y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel"; el Señor considera a Su pueblo como algo precioso para Él, lo lleva sobre Sus hombros, porque los ónices se ponían en el efod, en las hombreras, y también en el pecho; el Señor considera precioso a Su pueblo, lo lleva sobre Sus hombros y lo lleva sobre Su corazón. Dice: "y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel"; grabarás; ¿para qué se graba algo? Algo se graba "para que no me olvides", como dice el Cantar de los Cantares; dice que el amor es como grabadura de sello; "ponme como un sello sobre tu corazón", dice la novia al novio en el Cantar de los Cantares; entonces algo que no está grabado es algo que se lo lleva el viento, es algo que se olvida: pero aquí dice que esto es para memorial delante de Dios, es algo que influye en el corazón de Dios, es algo que pesa en el corazón de Dios; nosotros pesamos en el corazón de Dios porque Él nos ama; si una persona nos es indiferente, si no nos importa la suerte de un hijo, ¿cómo lo vamos a amar? Si realmente lo amamos, nos pesa en el corazón y lo llevamos grabado en nuestro corazón; y aquí dice: "grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, (y esta es la frase de lo que quería llamarles la atención) conforme al orden de nacimiento de ellos". Los nombres no se grababan en cualquier orden, sino conforme al orden de nacimiento de ellos; es decir, hay un orden; ese orden lo vemos aquí en Génesis.
Orden y significado de los nombres
Vamos a Génesis a ver cuál es ese orden, y luego volvemos aquí a Éxodo. Génesis 29:31: "31Y vio Yahveh que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. 32Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Yahveh mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. 33Concibió otra vez, (el segundo hijo después de Rubén, viene Simeón) y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Yahveh que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón". Noten que el nombre tiene que ver con un sentido; la palabra "oír", por ejemplo: oye Israel, shema Israel, Shimeón; noten que el nombre tiene que ver con la razón por la cual Dios colocó un nombre, Lea colocó el nombre, pero Dios lo tomó como para sí; ya lo sabía Dios, ya la Nueva Jerusalén estaba planeada desde antes de la fundación del mundo, y el nombre de Simeón estaba en una de las perlas que es puerta de la Nueva Jerusalén; Dios tomó los nombres que pusieron Lea, Raquel, Bilha y Zilpa a sus hijos; y luego dice en el versículo 34: "34Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví"; que quiere decir: unión. Uno, Simeón, quiere decir que Dios escucha; el primero, Rubén, quiere decir que Dios ha mirado mi aflicción: he aquí un hijo; tiene que ver con el rubí, o mejor el sardio; Rubén, rubí, que es una piedra roja; a otra roja se le llama también sardio o cornalina o cornelina, etc. Aquí aparece Rubén el primero; Simeón el segundo; Leví el tercero; el cuarto Judá.
"35Concibió otra vez, y dio a luz un hijo y dijo: Esta vez alabaré a Yahveh, por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz". Por esto, es decir, porque alababa a Dios, lo llamó Judá, que quiere decir: alabanza a Dios. "30:1Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. 2Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? 3Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 4Así le dio a Bilha su sierva por mujer, y Jacob se llegó a ella. 5Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. 6Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan". Si usted mira al pie de página, el numerito que es el número 5, esto es "El juzgó", vemos que Dan significa, él juzgó. Vamos a detenernos allí. Quería llegar al punto de Dan, pero había que ver los demás; después se verán los otros; hoy nos estamos deteniendo en Dan. Vemos, pues, que el quinto hijo de Jacob es Dan y que Dan significa Él juzgó; la palabra juicio es la palabra que está incluida en el nombre de Dan.
Las piedras en el efod
Pasemos otra vez a Éxodo 28:15: "15Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 16Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho; (noten, dos palmos, las manos del Señor manteniendo Su pueblo) 17y lo llenarás de pedrería". ¡Qué precioso! El Señor le dice: vas a hacer un pectoral y lo vas a llenar de piedras preciosas; eso es lo que es para el Señor Su pueblo, piedras preciosas para ponérselo sobre su corazón. "17Y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, (ese es el sardio que se llama también sardoir, o carnelita, o cornelina, o carneola; es una piedra roja, ese es el primero que es Rubén) un topacio (que es Simeón porque es en orden de nacimiento) y un tercero (que aquí Reina-Valera traduce) carbunclo; (pero que en hebreo es berequet que significa berilo). 18la segunda hilera, (el cuarto, Judá) una esmeralda, (porque el pacto vino por el león de la tribu de Judá, y justamente el arco iris alrededor del trono es semejante a la esmeralda, que representa el pacto; el cuarto es esmeralda), un zafiro"; el quinto, que era Dan; el zafiro es la piedra que corresponde a Dan, y ¿qué significa? Juicio; y ¿cuál es la característica primera del zafiro? Simetría; nos damos cuenta de que la primera característica del zafiro es simetría, equilibrio, no hacer acepción de personas. Dios juzgó mi aflicción, dice Raquel; Dios le había dado hijos a su hermana y parece como si Dios estuviera cargado a favor de su hermana, pero ahora ella sintió que Dios empezaba a hacerle justicia; aunque había tenido hijo a través de Bilha y no de ella misma, era la costumbre de aquella época antigua, de que si una esposa no daba a luz, entonces la esposa le podía dar su sierva al esposo para que ella tuviera hijo en nombre de la mujer estéril; también, por ejemplo, si una mujer no daba a luz por causa de su esposo estéril, si moría éste, su hermano tenía que suscitar descendencia con la esposa de su hermano, y a ese hijo que nacía de él Dios no lo contaba como de él, sino como del hermano que había muerto; esas eran las leyes antiguas, como en el código de Hammurabi, y también están algunas de ellas en la Biblia. Entonces eso fue lo que sucedió, Raquel contó a Dan como si fuera su hijo y como si Dios hubiera juzgado, o sea que no la abandonó del todo, y que ahora sí se va a poder decir también que Raquel tuvo un hijo; claro que Dios fue todavía más misericordioso; después le dio a José y también a Benjamín; pero eso todavía no lo sabía Raquel. Entonces la primera característica del zafiro es la simetría, o sea, juicio, justicia.
Comparemos jaspe con zafiro. La palabra clave que estuvimos viendo la vez pasada, jaspe, que tiene que ver con Pedro, que es el primer fundamento, cuando el Señor le preguntó a todos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Había muchas opiniones; ¡Ah! tú eres Elías, Jeremías, algunos de los profetas; otros decían que era Beelzebú; eso no se lo contaron ellos, pero se decía también. Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y todos se quedaron callados menos Pedro; el primero que habló fue Pedro: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente; y le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre; si no hay revelación, ni siquiera se comienza la edificación, porque el Señor dijo: y sobre esta roca, es decir, conocer a Cristo por revelación, sobre esta roca edificaré mi Iglesia; es decir, el primer fundamento es jaspe, que es el de la piedra de Pedro. Para edificar hay que comenzar por revelación; pero una vez que hay revelación, ¿saben qué hace la revelación, saben que hace la luz? La luz nos muestra el pecado, la luz nos muestra la injusticia, la luz nos muestra cómo somos.
El juicio del pecado descansa sobre la revelación
Uno antes de conocer al Señor dice: yo no mato, yo no robo, yo soy muy buenito; ¿por qué yo tengo que arrepentirme? pero cuando conoce al Señor, y mientras más lo conoce, y mientras más está a la luz, más pecador se reconoce. La persona que está en la luz, que tiene revelación, después de la revelación hay juicio al pecado; se juzga al pecado cuando estamos en la luz de Dios. Dice la Palabra: el que no viene a la luz es porque sus obras son malas, no quiere que sus obras se descubran; esa es la condenación; que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz; pero el que hace sus obras en Dios viene a la luz; venir a la luz es exponerse al juicio de Dios, así como el sacrificio se disponía en el altar y se separaba pedazo por pedazo; así al principio nosotros confesamos, como decíamos allá en el campamento, en gordo nuestros pecados. Señor, si acaso te ofendí en alguna cosa, perdóname; así en gordo, pero cuando estamos a la luz de Dios se juzga punto por punto; hay unos garfios con los cuales se ensarta la carne, se pone una a un lado y otra al otro lado, porque se dice que la palabra de Dios es como una espada de dos filos que separa el alma y el espíritu, muestra lo que es de la carne y lo que es del espíritu; delante de Dios vemos las cosas, y entonces después de la revelación, después de que venimos a luz, tenemos que juzgar el pecado; el juicio del pecado descansa sobre la revelación a la luz de Dios. En Tu luz, veré la luz; sin Su luz no vemos las cosas como son, justificamos las cosas, nuestros intereses hacen que seamos mentirosos; pero el juicio del pecado descansa sobre la revelación. Así el zafiro es el segundo cimiento que descansa sobre el jaspe.
El primero es Pedro, y Dios le dio las llaves para abrir el reino, y él fue el primero que dijo quién era Cristo. ¡Imagínense eso! Para nosotros hoy es común porque millones de personas se dicen cristianos; algunos aun sin serlo se dicen cristianos; pero nunca nadie había dicho que un hombre fuese Dios; como decían los otros: ¿éste no es el hijo de José el carpintero y no están sus hermanas con nosotros? Decir que era el Cristo, decir que era Dios, nunca lo había aprendido de ningún rabino, nunca nadie lo había dicho; eso fue revelación. No te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos, Él te lo ha revelado; entonces nos damos cuenta de eso, fue revelación de Dios, sólo por revelación él podía decir eso; él fue el primero, y aparece primero en todas las listas. A ti te daré las llaves del reino; él es el que abre, él es el que comienza, él es el que el día de Pentecostés se levantó de primero; en los doce primeros capítulos de Hechos es Pedro el primero; ahí está el jaspe. A lo que antiguamente le llamaban jaspe, a algunos les parece que era el diamante; hoy el jaspe es una piedra opaca, pero antiguamente la Septuaginta parece que tradujo jaspe refiriéndose a una piedra como el diamante. Después de la revelación viene el juicio sobre el pecado, encima del jaspe viene el zafiro, y juicio significa simetría, que es la primera característica del zafiro; hay otras piedras que son preciosas, pero algunas son preciosas porque no son simétricas, entonces por eso producen ciertas difracciones de la luz y ciertos fenómenos; pero en cambio simetría es la característica del zafiro. Me puse a leer hasta las cinco de la mañana acerca del zafiro; en la Enciclopedia Hispanoamericana hay un artículo larguísimo acerca del zafiro, y me llamaron la atención esas cuatro características del zafiro.
Estabilidad, segunda característica del zafiro
La segunda característica es estabilidad. Los compuestos químicos del zafiro que tienen que ver con unos enlaces de aluminio con oxígeno principalmente, lo hacen tan estable que difícilmente pierde su estabilidad o se convierte en otra cosa o se degenera; es algo muy estable. El Señor dice que Él establece Su trono sobre la justicia; es decir que la estabilidad es consecuencia de la justicia. La segunda característica del zafiro es la estabilidad; y justamente no hay nada más estable que el trono de Dios, y el trono de Dios es zafiro; precisamente nos muestra la estabilidad. Vamos a ver eso en el capítulo 24 de Éxodo, y después vamos a ver cómo se relaciona el zafiro con el juicio de Dios al pecado. Dice Éxodo 24:1 en adelante, para entender mejor el contexto. "1Dijo Yahveh a Moisés: Sube ante Yahveh, tú, y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; (y miren esta frase) y os inclinaréis desde lejos". Porque uno es todo atropellado, no se da cuenta; el Señor nos tiene que enseñar cómo comportarnos cuando venimos a Su presencia, como dice en Eclesiastés: Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; no te apresures a pronunciar palabra con tu boca, porque Dios está en el cielo y tú sobre la tierra; sea cuidadoso, hermano, no sea imprudente; si tiene luz ande con cuidado. "2Pero Moisés solo se acercará a Yahveh; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él".
Porque aquí lo que se está revelando no es necesariamente le gracia; aquí es la ley. ¿Qué dice la ley? No robarás, no matarás, no mentirás, no fornicarás, no adulterarás, no darás falso testimonio, etc. etc., amarás al Señor sobre todas las cosas; es decir, la santidad de Dios, el juicio de Dios al pecado, el no de Dios.
Juicio de Dios contra el pecado
"3Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Yahveh, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Yahveh ha dicho. 4Y Moisés escribió todas las palabras de Yahveh, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. 5Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Yahveh. 6Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Yahveh ha dicho, y obedeceremos". Como era el tiempo de la ley, ellos pensaban que podían; el Señor iba a decirles que necesitaba su pecado ser juzgado en un cordero; pero ellos no entendían todavía. "8Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Yahveh ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. 9Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, (miren esta frase relativo al zafiro) semejante al cielo cuando está sereno". El zafiro cuando se le mira desde arriba hacia abajo perpendicularmente, es azul intenso; ese es el color del zafiro, un azul profundo, un azul intenso; y aquí aparece el embaldosado como una piedra de zafiro. ¿Ven? ¿Qué venía a hacer el Señor ahí? Revelarles la ley, el juicio de Dios contra el pecado; era zafiro; pero no sólo aparece el embaldosado de zafiro; les dije también que el trono aparece de zafiro.
Vamos a Ezequiel capítulos 1 y 10. Primero el 1:26; primeramente describe a los querubines con sus ruedas, y luego encima de los querubines, gobernando, porque ¿qué es el trono? El trono es el gobierno de Dios, el trono es la intervención de Dios; miren dónde aparece eso. El pueblo fue infiel al pacto de Dios; allá estaba el Señor en aquel embaldosado de zafiro, y ellos dijeron: haremos todas las cosas que tú nos mandes; pero no las hicieron; el pueblo fue infiel, y tuvo que ser llevado cautivo a Babilonia; y cuando estaban en plena Babilonia aparece la gloria del Señor sobre cuatro querubines y llega a hablar con Ezequiel y le dice: Mira Ezequiel, te voy a dar un rollo con todos los ayes y las correcciones para Israel. Vemos que el trono aparece de zafiro cuando Dios está juzgando al pueblo. Leámoslo desde el verso 26: "26Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas (acuérdense de que son cuatro querubines con cuatro rostros y están unidos entre sí y ellos son los portadores del trono, los portadores de la gloria de Dios) se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro"; el trono es también de zafiro; ¿se dan cuenta? En el día final ese trono será un trono blanco, pero cuando aparece aquí en la intervención de Dios, en la economía de Dios, la intervención de Dios en la historia, el juicio del pecado en la historia, no el final, sino el de la historia, entonces aparece de zafiro. ¿Se dieron cuenta? La segunda característica del zafiro es la estabilidad.
Hermanos, si nosotros no somos tratados, no somos justos y no somos estables; tenemos que ser personas tratadas como lo fue Israel, para ser personas estables. Aquí el trono aparece de zafiro.
Leamos también Ezequiel 10:1: "1Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos".
Ahí es cuando Dios aparece y hace visible el gobierno de Dios; hay pecado, y el pueblo está en Babilonia, y Dios está diciendo que está en Babilonia por haber abandonado el pacto, "por haber dejado mis estatutos, mis leyes"; por eso fueron llevados a Babilonia; pero ese es el momento en que aparece el trono de zafiro; entonces nos damos cuenta de cómo el zafiro se refiere al juicio al pecado; descansa sobre la revelación, sobre la luz, pero si nosotros tenemos revelación pero no juzgamos el pecado, podemos volver a estar ciegos como la iglesia en Laodicea, que pensaba que veía y estaba ciega; no sabía que estaba ciega. Cuando uno no juzga el pecado, uno se enceguece otra vez. El hermano Austin-Sparks, en el libro "Ver", habla muy claro de esta relación de la luz y el juicio al pecado. Cuando Isaías vio al Señor dijo: Soy hombre muerto, porque mis labios son inmundos y habito en pueblo de labios inmundos; mientras la persona no está en la luz no se juzga; cuando viene a la luz se conoce; por eso sobre el jaspe está el zafiro, y el zafiro es el juicio al pecado. Simetría y estabilidad. Este también significa la rectitud del Señor, y por eso su cuerpo aparece en Cantares 5:14b cubierto de zafiros.
Dicroísmo, tercera característica del zafiro
La tercera característica del zafiro es el dicroísmo. ¿Qué quiere decir en mineralogía, en gemología, el dicroísmo? Quiere decir que la luz que entra al zafiro, desde el ángulo que tú la mires se ve diferente. Por ejemplo, cuando tú ves el zafiro perpendicularmente, se ve azul profundo; pero si lo ves transversalmente, o sea el eje perpendicular al primero, se ve de color verde; es decir, se ve diferente desde quien lo mire. Cuando se ve perpendicularmente, como quien dice, como lo ve Dios de arriba para abajo, es un azul profundo; pero no todos lo ven igual; los que están en otro punto de vista lo ven de otro color.
Eso es lo que quiere decir el fenómeno del dicroísmo. A veces otras piedras no son sólo dicroicas, sino policroicas; es decir que se ven de varios colores desde distintos ángulos; significa que cada uno ve las cosas desde un ángulo distinto. Noten esto: una persona que está a la derecha, está demasiado a la izquierda para los de su derecha y demasiado a la derecha para los de su izquierda; pero la persona se mantiene no importa la opinión de otros. Una persona que es de zafiro, una persona que ha sido tratada para ser justa, para ser simétrica, para ser estable, es una persona que se mantiene en la verdad, no importa lo que otros digan, no importa lo que otros vean, porque lo que le interesa es interpretar el sentir de Dios y no acomodarse al sentir de otros. El zafiro es una piedra dicroica que refleja dos colores distintos depende desde donde tú la veas. Hay unas que son monocroicas que reflejan un mismo color por todos lados; otras policroicas; pero el zafiro es dicroica, pues refleja dos colores dependiendo desde donde tú lo miras. Si lo miras verticalmente es azul profundo, si lo miras horizontalmente se ve un color verdoso diferente. El zafiro tiene esta característica, que tiene refracción doble; hay piedras que tienen refacción simple; quiere decir que la luz que reciben la reflejan de una sola manera; los que son de refracción doble, entre ellas el zafiro, reflejan de varias maneras la luz.
El dicroísmo y los pacificadores
Ahora, es interesante también ver otro aspecto del dicroísmo; por ejemplo, el Señor Jesús dijo: "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios"; los pacificadores son los que reconcilian a unos con otros, los que ponen a unos con otros en paz, los que llevan la reconciliación y el equilibrio; justamente, el zafiro es simétrico, es estable y es dicroico. El Señor tiene en cuenta el juicio con que juzgamos y la medida con que medimos. No todos seremos juzgados según el mismo juicio y la misma medida, sino cada uno según el juicio y la medida con que juzgó. Eso es dicrioísmo.
Otro ejemplo, para comprender esto de los pacificadores: tú ves en el tabernáculo que hay unas tablas al norte, unas tablas al sur y unas tablas al occidente y las tablas del occidente y las tablas del norte se unen por una tabla esquinera; una tabla esquinera es una tabla que no está ni hacia el norte ni hacia el occidente, sino que es la tabla que hace la transición, la vuelta de esquina; entonces el Señor colocó en cada esquina del occidente, ya sea la del noroccidente o la del suroccidente, una tabla que es una tabla esquinera. Hermanos, esa tabla esquinera representa justamente a los pacificadores, porque en el cuerpo de Cristo hay unos que llevan una dirección y otros otra dirección, pero las tablas esquineras son las que equilibran a unos con otros; son como catalizadores. En química un catalizador es un elemento que permite que otros dos que no se pueden unir solos, se pueden unir a través de un tercero; por ejemplo, el cloruro de sodio es la sal de cocina; necesita un tercero para poderse unir; el cloro para poderse unir con el sodio necesita un tercer elemento; ese tercer elemento es el que une a los que no se pueden unir; ese es el catalizador, esa es la tabla esquinera, esas sos las personas que han sido talladas, formadas por Dios para poder moverse en diferentes ambientes. A veces el Señor nos tiene que tratar para podernos mover en ciertos ambientes; porque a veces hay hermanos que no aguantamos si no este ambiente, pero aquel otro no; pero el Señor necesita preparar algunos para que por aquí sean azules y por aquí sean verdes. Eso no quiere decir que sean hipócritas, eso quiere decir que están haciendo equilibrio, que están trayendo simetría, estabilidad, reconciliación, y eso es justamente el zafiro; el zafiro tiene esa característica dicroica. Y observen que el apóstol a quien le corresponde la piedra de zafiro es al apóstol Jacobo hijo de Zebedeo.
Jacobo hijo de Zebedeo
Aparecen cuatro listas de apóstoles: una en Mateo, otra en Marcos, otra en Lucas y otra en Hechos de los Apóstoles. En Mateo, él menciona a los hermanos: Pedro y su hermano Andrés, y dice: Jacobo y su hermano Juan; entonces en esa lista aparece de tercero Jacobo; pero en la de Marcos aparecen: Pedro, Jacobo hijo de Zebedeo, Juan; entonces en una lista de Lucas, en la del evangelio, aparecen nombrados como hermanos Pedro y Andrés, Jacobo y Juan; y en Hechos aparece Pedro y Jacobo; o sea, dos listas en que aparece Jacobo de segundo y dos en que aparece Jacobo de tercero; pero cuando tú ves las listas en que aparece Jacobo de tercero, aparece Andrés de segundo; nos damos cuenta de que al que le corresponde de segundo, entre Jacobo y Andrés, no es Andrés, sino Jacobo, porque el Señor tomó tres apóstoles como los testigos más cercanos de él que fueron Pedro, Jacobo y Juan; y Andrés siempre quedó de cuarto.
Entonces por el resto del contexto del Nuevo Testamento nos damos cuenta de que el que estaba con Pedro, y el que fue testigo ocular del Señor, el que fue a quien el Señor le encomendó, digamos, la dirección de la iglesia primitiva con Pedro y Juan, es Jacobo el hijo de Zebedeo y Salomé, primo del Señor Jesús, hermano del apóstol Juan; este es el segundo. Este apóstol, cuando los demás salían y eran enviados, por ejemplo, Pedro y Juan eran enviados, se dice que oyó la iglesia en Jerusalén que habían recibido la palabra en Samaria, y enviaron a Pedro y a Juan; entonces ¿quién se quedaba poniendo equilibrio, orden y estabilidad en la iglesia de Jerusalén? Era justamente Jacobo. Hay cuatro Jacobos en el Nuevo Testamento. Hay un ensayo sobre Isagogia Jacobea, o sea introducción a las cuestiones santiaguinas (Jacobo es lo mismo que Santiago), donde se hace diferencia entre Santiago hijo de Zebedeo, Santiago hijo de Alfeo, Santiago el menor y Santiago el Justo, hermano del Señor Jesús; son cuatro diferentes Jacobos. Al Jacobo de los doce apóstoles a que nos estamos refiriendo es Jacobo el llamado mayor, Jacobo hijo de Zebedeo, hermano de Juan; entonces este apóstol Jacobo quedaba en Jerusalén; los demás iban y volvían, y él quedaba en Jerusalén poniendo orden, y él fue el primer apóstol mártir, el primer apóstol que mataron.
Jacobo y Zafiro
Justamente Herodes Agripa, para congraciarse con los judíos, se dio cuenta de que los judíos no querían a los cristianos, aunque los cristianos de Jerusalén y de Judea eran también judíos; fue y agarró a Jacobo y a Pedro, los encarceló, y al primero que mató fue a Jacobo; el apóstol Jacobo fue matado a espada por orden de Herodes Agripa y fue el primer apóstol que pagó con su vida. Cuando tú ves la descripción de los distintos apóstoles, ves que de Pedro es de quien más se habla; de Pablo también se habla muchísimo, pero Pablo no era de los doce; de Juan se habla mucho; tenemos cartas de Juan; cada uno representa un aspecto, cada ministerio tiene su color, tiene sus propiedades, es una piedra preciosa diferente aunque también es preciosa; pero la característica de Jacobo es que de él se habla poco; pero lo poco que se habla, habla mucho, tanto que el Señor lo consideró digno de ser el primero de los doce que ponía su vida por el Señor. Ahí nos damos cuenta de lo que es pasar por el horno, lo que es ser aserrado, lo que es ser tallado, lo que es ser pulido. Eso es lo que sucedió con el apóstol Jacobo hijo de Zebedeo; a este segundo apóstol es al que le corresponde juzgar a la tribu de Dan, porque el Señor, cuando les habló a los doce cuando ellos le preguntaron: Señor, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué pues, tendremos? Él les dijo: de cierto os digo, que en mi reino, os otorgaré doce tronos para juzgar a los doce tribus de Israel; entonces cada apóstol va a juzgar una tribu; entonces ¿cuál es la tribu de cada cual? Mírelo a través de la piedra. La tribu que le corresponde a Jacobo es Dan.
El zafiro, sapir en el hebreo, es una de las pocas piedras que no tiene discusión en su interpretación del hebreo; porque la palabra en el hebreo es sapir; entonces sapfiros en griego; zafiro, zafira. He consultado como 24 o 25 traducciones; ninguna tiene variación. En cuanto al zafiro todas son zafiro y eso nos habla también de la estabilidad. Sobre otras piedras no se sabe, unos la llaman así, otros la llaman de otra manera; son piedras complicadas, pero sobre el zafiro no hay discusión; todas las autoridades, todas las traducciones, todas las versiones concuerdan con el zafiro. Aunque algunos dicen que se trataba del lapislázuli.
Asterismo, cuarta característica del zafiro
Cuarta y última, aunque no es la última, pero es la última que voy a mencionar después de simetría, estabilidad, dicroismo; la cuarta es asterismo. El asterismo viene de la palabra "aster" que quiere decir astro o estrella o Esther. El nombre Esther, estrella, astro, vienen de la misma raíz aster, de donde viene la palabra asterismo. Asterismo quiere decir que cuando determinadas piedras se tallan, especialmente el zafiro, producen estrellas. El zafiro es precioso justamente por el asterismo; asterismo quiere decir que refleja estrella. Cuando el zafiro es tallado en forma curva, si lo tallan mal no, pero si lo saben tallar produce estrellas. El Señor nos sabe tallar, el Señor quiere que nosotros reflejemos Su luz, reflejemos la estrella.
El Señor nos dijo que Él nos daría la estrella de la mañana, y también Pedro dice que tenemos la palabra en lugar oscuro hasta que la estrella de la mañana se forme en nuestros corazones; o sea que la estrella de la mañana es Cristo, y Él dijo: Yo soy la estrella de la mañana, y se la daré al que venza; es decir que vencer es que Cristo sea formado en nosotros, que tengamos la estrella de la mañana adentro y que Él se refleje afuera; somos tallados para que la estrella se pueda reflejar. Hay piedras que tú las ves y tienen una estrella, reflejan una estrella; eso es lo que quiere decir asterismo. Después les muestro aquí algunas piedras con asterismo, cómo reflejan estrellas. Entonces la estrella nos habla de la formación de Cristo en nosotros, y la estrella nos habla también de los mensajeros que están en la diestra del Señor.
Dice en Apocalipsis que en la diestra del Hijo del Hombre estaban siete estrellas; ellos son los mensajeros; las estrellas están de noche, las estrellas alumbran de noche mientras llega el sol. Cuando llega el sol ya no hacen falta las estrellas. Usted ve, por ejemplo, al planeta Mercurio que lo representan como el mensajero del sol, porque por donde sale Mercurio por ahí va a salir el sol. Una vez yo iba para Francia y me tocó ir en el avión mirando hacia la salida del sol, y veía esa estrella hermosísima; era Mercurio; y luego poco a poco Mercurio iba subiendo hasta que se formó una rayita en el horizonte que era la del sol; y cuando salió el sol se ocultó Mercurio; ya no se veía Mercurio, se veía el sol. Así Juan el Bautista se veía anunciando al Señor; pero dijo: "Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe". Cuando aumenta el sol desaparece Mercurio, ¿verdad? Entonces las estrellas son para alumbrar de noche mientras llega el sol de justicia que es el Señor; se ve de día, pero mientras no viene, durante la noche, es la luz de las estrellas; por eso los mensajeros en las manos del Señor son considerados estrellas; están en la diestra de Dios y se les llama los ángeles de las iglesias, o sea los mensajeros de las iglesias. Dios, mientras es de noche, necesita personas que den testimonio; pero sólo se puede dar testimonio si Cristo es formado en nosotros; de eso es de lo que nos habla el asterismo; es decir, reflejar las estrellas; las piedras preciosas existen para reflejar la luz; ellas no tienen luz propia como la luna no tiene luz propia; la luna refleja la luz del sol; la Iglesia no tiene luz propia; la única luz que podemos tener es lo que tenemos de Cristo, el resto es oscuridad. Si Cristo se forma en nosotros somos vencedores, recibiremos la estrella de la mañana, reflejaremos a Cristo y tendremos asterismo.
Esas son las características del zafiro: azul profundo visto perpendicularmente desde Dios, pero visto con otro color por otros; eso es el dicroísmo. Simetría, estabilidad, dicroísmo y asterismo; esa es la característica del zafiro, el trono de Dios es de zafiro, el embaldosado es de zafiro. Ahora, el juicio de Dios se está revelando por etapas, mientras tanto es zafiro; cuando sea el juicio final es blanco, es el trono blanco; mientras tanto es azul porque el juicio se está revelando poco a poco; después será absolutamente blanco, pero el trono es de zafiro.
Hay un verso que está en Job capítulo 28, para no dejarlo por fuera. Vamos a Job 28:12: "12Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿dónde está el lugar de la inteligencia? 13No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes. 14El abismo dice: No está en mí; y el mar dijo: Ni conmigo. 15No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. 16No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro". Significa que la sabiduría, que es el temor de Dios, es más preciosa que el zafiro; si el zafiro representa eso, el juicio de Dios al pecado, Dios no hace acepción de personas, etc. la sabiduría que es el temor de Dios, es más preciosa. ¿Cuál es la sabiduría? ¿Dónde está? Esta es la sabiduría: El temor de Dios; es el principio de la sabiduría; eso brilla más que el zafiro, ¿por qué? porque el zafiro es el juicio; pero si tú temes a Dios no necesitas ese juicio; eres irreprensible y no necesitas el juicio; si te juzgas a ti mismo, no necesitas que Dios te juzgue,¿ amén? pero si no nos juzgamos a nosotros mismos, Él nos tiene que juzgar. Isaías también nos dice que la ciudad de Dios estaría fundada sobre zafiros y otras piedras preciosas. Amén. ☐
Hola. Puedes proveerme algún correo electrónico, porfavor. Tengo algunas preguntas.
ResponderEliminarEste estudio esta buenísimo, muchas gracias.
ResponderEliminarWow que edificante, gracias!!
ResponderEliminarWow que edificante, gracias !!!
ResponderEliminarNO SABEN CUANTO AGRADEZCO A MI DIOS JEHOVA DE LOS EJERCITOS POR ESTE TEMA DEL ZAFIRO PUES ES UN MANJAR PARA MI TENIA DUDA ACERCA DEL ZAFIRO AHORA LE ENTENDIDO GRACIAS QUE DIOS LOS BENDIGA
ResponderEliminarMagnífico mil gracias. Su enseñanza conduce a la luz.
ResponderEliminarque Estudio mas maravilloso, edifica y nos permite conocer mas las obras de Dios, gracias hermano, Dios le siga dando sabiduría y conocimiento.
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