lunes, 3 de enero de 2011

CALCEDONIA

CALCEDONIA


"19Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista". Apo. 21:19-20.

Calcedonia es una piedra criptocristalina
Hermanos, no es porque me sienta digno de compartir que estoy compartiendo; realmente ustedes se van a dar cuenta, me siento muy indigno de compartir esto que voy a compartir en esta noche; pero a quien vamos a mirar es al Señor. Apocalipsis 21:19. Después de dar la primera frase y de citar esos primeros cimientos dice allí: "el tercero calcedonia"; el tercer cimiento es la piedra preciosa llamada calcedonia; allí Reina y Valera tradujeron la palabra griega calcedonia, que es kalkedón, por ágata; y la traducción no es precisamente equivocada puesto que el ágata es una de las variedades de la calcedonia; es decir, la calcedonia tiene varias variedades, y una de las más conocidas, y quizá la más conocida y la más apreciada, es el ágata; entonces el traductor, donde encontró la palabra calcedonia en el griego, la tradujo ágata. La palabra en el idioma hebreo es shebu, y ha sido traducida también calcedonia o ágata; en el pectoral del sacerdote, en el Urim y Tumim, aparece en el octavo puesto; es decir, en la tercera hilera, en el medio; allá en hebreo se dice shebu y se traduce ágata o calcedonia. La palabra que el Espíritu Santo inspiró al apóstol Juan fue la palabra más amplia, la palabra que abarca más variedad, que es la palabra calcedonia.

Voy a decirles aquí algunas de las variedades de la calcedonia, y luego vamos a entrar en su sentido. Es una piedra criptocristalina, lo cual es muy significativo, y es lo que vamos a ver ahora. Entre las piedras criptocristalinas hay las criptocristalinas que son granulosas, que tienen gránulos, y las que son fibrosas; las que son granulosas son el jaspe, el prasio, el sílex, el pedernal; son piedras criptocristalinas granulosas; hay unas que son fibrosas, es decir, piedras que tienen fibras microscópicas; se les llama criptocristalinas fibrosas, y son las distintas variedades de la calcedonia, el ágata, la carneola, la cornalina, el heliotropo, el ónice, el crisopraso; todas estas son criptocristalinas fibrosas. Voy a darles los nombres de las piedras que son parientes de la calcedonia; entre ellas está la piedra sardónica que la veremos después, está el plasma, que es una calcedonia verde oscura, está el ónice, que es una mezcla de calcedonia con ópalo, luego está la misma ágata, que tiene capas de calcedonia con ópalo, está el jaspe actual, que es como una calcedonia opaca que tiene mucho color y que el Señor puede hacerla preciosísima y cristalina como hará con el oro. El oro no es nada cristalino, pero en la Nueva Jerusalén será cristalino. Me habla mucho que el jaspe, siendo una piedra opaca, llegará a ser una piedra totalmente traslúcida; eso nos habla del trabajo del Señor. También la carnealina que es una piedra roja, el crisopraso que después lo veremos, y que es un verde manzana, el heliotropo, que es un jaspe con rojo por dentro que va como con gotas de sangre; esas son las piedras parientes de la piedra calcedonia; incluso algunas se clasifican entre las variedades de la calcedonia. Hoy nos concentraremos, no en las variedades que son tratadas aparte por el Señor, sino en las que están incluidas en el nombre genérico: Calcedonia.


Características de la calcedonia plasmadas en Juan
Esta piedra, hermanos, tiene varias características: y lo curioso, lo que me deja pasmado, es cómo las características de la calcedonia llegan a ser las características de Cristo que se formaron en el apóstol Juan; todas son características de Cristo, pero cada apóstol es identificado con una piedra. Cada piedra es especial, todas son preciosas, pero cada una tiene una preciosidad especial. El apóstol al que le corresponde la calcedonia es el apóstol Juan; y ustedes se van a dar cuenta de cómo las características y propiedades de esta piedra cuadran perfectamente con el apóstol Juan; no sólo con las características que tenemos inspiradas en el Nuevo Testamento, porque Juan, aún después de que se cerró el Nuevo Testamento, él siguió viviendo, y la iglesia primitiva tiene noticias preciosas de Juan.

Entonces el Juan que aparece identificado con la calcedonia en la Nueva Jerusalén, es el Juan que fue transformado durante toda su vida hasta su muerte; no sólo en el período que tiene que ver con lo que está escrito de él en la Biblia, sino con lo que continuó hasta que él fue perfeccionado, transformado en la imagen del Señor. Entonces una de las características que tiene la calcedonia, que son varias, y vamos a verlas una por una, es la característica de que es criptocristalina; esa palabra cripto y cristalina quiere decir que lo cristalino, lo precioso, está debajo, está escondido; a veces por fuera la calcedonia aparece de un color marrón que no es nada atractivo, y sin embargo, cuando tú logras quitarle o limarle esa parte, descubres los distintos colores; y hay algunas calcedonias que son tan preciosas que incluso reflejan el arco iris mismo; pero ese arco iris está escondido; eso se significa con la palabra "criptocristalina"; y la razón por la cual es críptica esa piedra es porque también es una piedra intrusiva, que es una segunda característica; es una piedra que se forma dentro de otras piedras, en los espacios vacíos; a esos espacios vacíos se les llama drusas, geodas; esos espacios son porque a veces las otras rocas, especialmente las de granito, dejan unos ciertos huecos, unos ciertos vacíos; una de las características de la calcedonia es llenar los vacíos; después nos detendremos un poquito más en ese detalle.


Algunas disoluciones de silicato comienzan a filtrarse donde están aquellas grietas, aquellas drusas para intrusiones, aquellas geodas como se llaman esos huecos; entonces esas disoluciones se van decantando y van llenando esos vacíos; incluso una cueva grande puede ser rellenada por medio de las estalacmitas y de las estalactitas que son de calcedonia; empieza a gotear y los minerales comienzan a formar esas estalactitas, y luego abajo las gotas también van subiendo, y luego se juntan la estalactita con la estalacmita, y luego otra, y otra. Tiene esa característica de llenar los vacíos, de "remendar" los huecos; esa palabra que ya ustedes van a asociar con el apóstol Juan. La calcedonia es una piedra criptocristalina; esa palabra críptica quiere decir que es una piedra escondida, es preciosa, pero que a primera vista no se le ve la preciosidad; la preciosidad la tiene escondida, y también se refiere a cosas profundas; es una piedra que puede transmitir el ultrasonido porque es una piedra que no está centrada en sí misma; las piedras que no se centran en sí mismas, tienen la propiedad de transmitir el ultrasonido; es un sonido que no se puede oír a primera oída; es decir, está más allá o más acá de la franja que nosotros podemos oír. Eso también es muy significativo.


El mundo no conoce lo que hay por dentro
Quiero detenerme un poco en el aspecto criptocristalino. Vamos a Juan; ustedes saben que el tercer apóstol en la lista de los apóstoles es el apóstol Juan. El primero es Pedro, jaspe; el segundo es Jacobo hijo de Zebedeo, zafiro, que vimos el domingo; y el tercero es Juan. En la lista de Mateo aparece como de cuarto, puesto que dice Pedro y Andrés su hermano, y luego dice: Jacobo y Juan su hermano; pero luego en Marcos aparece en ese orden de tercero; en Hechos aparece en ese orden, y también en la historia nos damos cuenta de que los que eran columnas eran justamente Pedro, Jacobo y Juan, aunque Jacobo el justo era columna después de muerto Jacobo el hijo de Zebedeo, con Pedro y con Juan; los que eran más cercanos al Señor Jesús, los que Él tomaba aparte para sanar a algún enfermo, a los que llevó al monte de la transfiguración, los que llevó más cerca de Él en el Getsemaní; o sea, los más cercanos eran estos tres; por lo tanto, el tercero realmente es Juan; y veamos lo que dice Juan en el evangelio suyo.

Vamos a ver esta primera característica de Juan. Vamos a  1 Juan 3:1-2: "1Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo (los que están afuera) no nos conoce, (¿por qué?) porque no le conoció a él". Es decir, por fuera el mundo no conoce lo que hay por dentro; la característica de la calcedonia, por fuera está cubierta; incluso los indígenas le llaman a unas de estas piedras "huevos de trueno"; y esa piedra por fuera es oscura; incluso es una piedra que no parece preciosa, pero cuando tú abres esa piedra, cuando tú la ves transversalmente, adentro tiene una estrella de calcedonia de varios colores, a veces del color del arco iris, pero por fuera está oculta; hay que quitarle lo de afuera para poder ver lo de adentro; por eso se llama criptocristalina, porque es cristalina por dentro. Sigue diciendo Juan: "2Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es". Significa que ahora los hijos de Dios no son conocidos, ahora el mismo Juan no es conocido, aun el mismo Señor Jesús no fue conocido; dice en Isaías 53 que le veremos mas sin atractivo para que le deseemos, fue desechado, menospreciado, no lo estimamos, y sin embargo, lo precioso estaba por dentro como en el tabernáculo. El tabernáculo por fuera estaba cubierto por pieles de tejones. Los tejones son como una especie de ratas grandes del desierto; como quien dice, a los que veían la casa de Dios por fuera, les parecía un ratón gigante; pero por dentro ahí estaba la gloria del Señor, la Shekiná, ahí estaba el arca, estaban los querubines en el propiciatorio y estaban el resto de muebles de la casa de Dios en oro; pero esa preciosura de la presencia del Señor estaba escondida en las pieles de tejones. "Ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él". Esa es una primera característica de lo que quiere decir criptocristalina en la calcedonia.


Juan es el apóstol más profundo
Otra cosa que quiere decir criptocristalina es lo que les dije ahora: Juan es el apóstol más profundo. Fíjense: la calcedonia es una piedra intrusiva; aquellas disoluciones se entran en medio de las grietas, en medio de lo que se llaman drusas o geodas, se meten dentro y se va formando la piedra y llega a formar una piedra preciosísima llamada calcedonia, que está cubierta por las otras piedras. Calcedonia es una piedra que llena el vacío. El ministerio del apóstol Juan desde el principio se caracterizó por eso; se nos dice que cuando el Señor llamó a Juan, Juan estaba remendando las redes; él era pescador con otros pescadores, pero cuando se les rompían las redes a los pescadores, el que remendaba las redes era Juan. Observemos un detalle: Pedro era un gran pescador, y el Señor le dijo: Pedro, te haré pescador de hombres; tú lo ves en la Biblia; el primero que aparece es Pedro; y ahí aparece Pedro predicando, echando la red; en el día de Pentecostés recogió tres mil; en la puerta de la Hermosa recogió cinco mil; es decir, recogió multitudes. El gran pescador era Pedro; en cambio el apóstol Pablo, su oficio era constructor de tiendas; él era hacedor de tiendas porque Pablo era el que iba a recibir la revelación para edificar el cuerpo de Cristo, y el cuerpo de Cristo está tipificado en el tabernáculo; y si él no hubiera sido un experto hacedor de tiendas, cuando él leía los detalles del tabernáculo, que un pedazo para acá, que otro pedazo para allá, cosido va con esto y esto con aquello, quizá no hubiera entendido; pero Pablo entendía el diseño del tabernáculo porque él era un diseñador de tiendas en lo natural, que es figura de lo espiritual.

Llenando el hueco en Éfeso
¿Cuál fue el apóstol que más habló de edificar el cuerpo de Cristo? Fue Pablo. Pablo fue el gran edificador de tiendas; pero a Pablo, cuando iba a morir, ahí se le hace un hueco a Pablo; ahí queda un vacío. Observen ustedes la última carta de Pablo, que es el testamento de Pablo, y lo que es la primera carta a Timoteo. Allí ustedes se van a dar cuenta de lo que Pablo dice; 1 Timoteo 1:3 dice: "4Como te rogué que te quedases en Efeso, (a Timoteo, que se quedase en Efeso) cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 4ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que economía de Dios (el griego es oikonomía, que alguno de los aspectos de la economía es la edificación; se tradujo como edificación, pero la palabra exacta es economía) que es por fe, así te encargo ahora". Vemos que Pablo en esta primera carta a Timoteo muestra que comenzó a haber un problema en Efeso, personas que enseñaban diferente doctrina; y él tiene que dejar a Timoteo para que mande a las personas que no enseñen diferente doctrina; eso fue en Efeso.

Cuando Pablo se despedía de los santos en Efeso, en Hechos de los apóstoles, él dice: "29Yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos" (Hch. 20:29-30);  y efectivamente, cuando tú ves el mensaje a Efeso que Dios da por Juan en el Apocalipsis, el Señor le dice a la iglesia en Efeso: "Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras"; quiere decir que se le hizo un hueco a Pablo en Efeso; y no sólo en Efeso. Efeso era la principal ciudad en el Asía Menor, pero en la segunda carta de Pablo a Timoteo, ahí Pablo le dice: "me abandonaron todos los que están en Asia" (2 Ti. 1:15). Eso quiere decir que la economía divina fue abandonada cuando los hermanos abandonaron a Pablo; es decir, se hizo un hueco en Asia y luego murió Pablo; y ¿a quién mandó el Señor para llenar ese hueco? A Juan.

Justamente Juan fue el apóstol que Dios trasladó a Efeso; Juan primero estuvo en Jerusalén, luego él empezó a subir por lo que es el Asia Menor, llegó a Efeso, estuvo un tiempo en Efeso; después en pleno tiempo de la persecución de Domiciano, Juan fue a Roma para apoyar a Pedro, pero a Pedro lo mataron en Roma y a Juan lo condenaron a morir en una gran paila de aceite hirviendo; Juan no murió, incluso salió ileso, pensaron que era un brujo y lo mandaron preso a la isla de Patmos y allí estuvo en la isla de Patmos durante 18 meses, y en ese tiempo el Señor le reveló el Apocalipsis a Juan.

Cuando murió el emperador Domiciano, que fue el que condenó al apóstol Juan, entonces el emperador Nerva sacó a los presos que había, y Juan fue libre. Juan volvió a Efeso; allá cuando llegó a Efeso, acababan de matar a Timoteo, porque Timoteo era el que había quedado al frente de Efeso; cuando Juan volvió acababan de atravesar con una espada a Timoteo porque Timoteo quedó al frente de la iglesia en Efeso, tal como lo dejó Pablo y también lo dejó Juan; y sucedió que encontró esa situación difícil.


Llenando el hueco de la Biblia
Juan fue el que tuvo que completar toda la Biblia; el que completa la Biblia es Juan; es decir, si falta Juan queda un hueco inmenso en la Biblia. Por ejemplo, tú ves lo que dice Mateo, lo que dice Marcos, lo que dice Lucas; los tres son llamados los evangelios sinópticos; pero Juan dice lo que ellos no dicen; el hueco que ellos dejaron faltando, lo rellena Juan. Si no tuviéramos el evangelio de Juan quedaría ese hueco; pero ahora Juan, como una calcedonia, debe llenar el hueco, y nos dice lo más profundo de Jesús que no lo había dicho Mateo, ni Marcos, ni Lucas. Ahora el que completa es Juan. Las últimas cartas son aquellas en que Juan trata el gnosticismo, trata las herejías; es decir, aquella red que se había reventado de los pescadores, el que la remienda es Juan. Juan es el que trata el asunto de los ebionitas diciendo que Jesús realmente vino en carne y que es Dios; porque unos negaban la divinidad, otros negaban la humanidad; los ebionitas negaban la divinidad; entonces Juan tiene que decirles que en el principio era el Verbo y que el Verbo era con Dios y que el Verbo era Dios, y ahí está cubriendo ese aspecto de la divinidad; pero Cerinto negaba la humanidad; decía que era una especie de fantasma; eran los llamados docetistas, lo que viene de la palabra griega dokesis, que quiere decir apariencia, porque decían que Jesús apenas había tenido la apariencia de un hombre como un fantasma, pero que no había sido un hombre; y Juan dice que Él vino en carne; dice que el que no confiesa que Él vino en carne, ese es anticristo. Vemos que Juan es el que está llenando los huecos, remendando la red, lo mismo que hace una calcedonia; la calcedonia es la que llena todo; es una piedra intrusiva metafórmica; también es compuesta; es una piedra que presenta varios aspectos.

Tengo aquí unos datos de la calcedonia; la calcedonia está formada por capas de cuarzo cristalino y ópalo; esos dos juntos forman la calcedonia; cuando tiene algunas trizas de hierro, toma un color más rojo; a veces tiene trizas de aluminio y toma un color más gris, incluso a veces hasta azulado; cuando tiene unas trizas de níquel entonces toma un color más verdoso; hay la clorita; de esa raíz viene la palabra clorofila, de color verde; la clorita le da ese color verde. Vemos que la calcedonia tiene distintos colores; la calcedonia tiene, como decir, capas o bandas de colores. Ahora les voy a mostrar algunas fotos de la calcedonia, para que una imagen nos hable más que muchas palabras; ustedes pueden ver que esta piedra tiene varias franjas; esta es la piedra calcedonia; por fuera ustedes la ven que aparece oscura, marrón, pero cuando se abre ustedes ven que forma varios colores; les voy a mostrar aquí también unas fotos preciosísimas de la calcedonia; ustedes la pueden ver; esta piedra del medio es la llamada "ágata"; así es cuando está en bruto; luego ésta que ven como un plato es la calcedonia o ágata; ¿lo ven? También hay algunas que se llaman musgosas porque parece que tienen paisajes, como arbolitos por dentro; tiene paisajes que se forman por las dentritas, que son como unos filamentos que quedan en las piedras y ahí se van formando como las ramitas; ustedes lo pueden ver como si fuera un dibujo, pero nadie lo dibujó, sólo Dios a través de la naturaleza; ésta es una de ellas; incluso de esto hacen unos platos que tienen varias franjas; las que son con negro son con ónice, y estas otras son ágatas, que son calcedonias; por eso fue traducido así, calcedonia. Vemos, pues, que está formada por varias franjas, por varias capas, por varias cosas juntas.


El aspecto criptocristalino del ministerio de Juan

Podemos ver que Juan habla de la divinidad, habla de la humanidad; Juan está llenando los huecos, Juan está remendando las redes, que es exactamente lo que hace la calcedonia; la calcedonia no deja huecos, a veces no deja ni cuevas a través de las estalacmitas y estalactitas. Cuanto tú cortas transversalmente una estalacmita de calcedonia, por dentro es como una rosa, tiene los pétalos como de una rosa; aquí están las fotos. Entonces esta piedra nos habla mucho de lo que es el ministerio del apóstol Juan, ese aspecto criptocristalino, eso que él habla que por fuera no se ve; el mundo no nos conoce, lo que hemos de ser; después seremos semejantes a él, pero por ahora estamos escondidos.


Otro aspecto de lo criptocristalino de la calcedonia que se ve también en Juan, es la profundidad de Juan; Juan es el que habla de la divinidad de Cristo. El Apocalipsis es el escrito más críptico que hay, más misterioso; la gente lo ve por fuera, y escribe Daniel, hablando en los términos apocalípticos, lo que le dice el ángel a Daniel: que los impíos no entenderán, que sólo los entendidos entenderán; y ahora le dice el ángel a Juan que no selle las palabras de este libro; pero esas no van dirigidas al mundo entero, sino a los siervos; los siervos son los que pueden ver por dentro; son símbolos, son señales; es algo críptico; es la característica de Juan, es críptico, está escondido.


El otro aspecto de Juan es el de llenar los huecos. El último apóstol que escribió, el que llenó los huecos de la Biblia, el que completó la Biblia fue Juan, el que completó los evangelios fue Juan; las últimas cartas son de Juan, el último libro de la Biblia fue de Juan; es decir, Juan es el que completa. Cuando abandonaron los de Asia a Pablo, el que quedó en Asia, y precisamente en Efeso, fue Juan;y el que trató con las herejías nacientes del gnosticismo, y los que negaban la divinidad de Cristo como los ebionitas, y como los cerintianos, que negaban no la divinidad sino la humanidad de Cristo, entonces Juan es el que presenta esos dos aspectos, y voy a llamarles la atención a algo. En la historia de la Iglesia hubo muchas discusiones acerca de la divinidad de Cristo y acerca de la humanidad de Cristo, de manera que se realizaron varios concilios, porque habían varias personas confundidas.


El Concilio de Calcedonia
Uno de los concilios, precisamente el de Calcedonia, fue donde se confesó claramente las dos naturalezas de Cristo: la Divina y la humana, en una sola persona, pues se había dicho de Cristo, por Nestorio, que eran dos personas: una divina que había entrado en una humana; entonces Cirilo de Alejandría dijo: no, no; es una misma persona, no son dos personas; entonces uno de los alejandrinos, Eutiques, cayó en el monofisismo. Para usted ver eso puede consultar el libro de Arcadio Sierra Díaz, "Los Concilios Ecuménicos, Glosas al Margen", donde él resume en pocas palabras pero muy claramente este asunto que yo les estoy diciendo acá. Entonces ¿qué pasó en Alejandría? Eutiques, que fue un sucesor de Cirilo, empezó a decir que Cristo no tenía sino una sola naturaleza, que la naturaleza de Cristo era la naturaleza divina y que había divinizado la naturaleza humana y había una sola naturaleza; entonces surgió el eutiquianismo o monofisismo, que significa una naturaleza, la herejía del monofisismo; las iglesias monofisistas de hoy son las que desde Alejandría continuaron con el eutiquianismo, que es lo que sostienen hoy los coptos; los coptos hasta hoy son monofisitas, y tienen la catedral de San Marcos en Alejandría.

La unión del cuarzo y el ópalo, forman la calcedonia
Entonces ¿que pasó con los monofisitas? Fueron combatidos principalmente por la escuela de Antioquía, por Teodoro de Mopsuestia, por Flaviano, pero principalmente por un hermano llamado Teodoreto de Ciro. Teodoreto de Ciro escribió varias obras y mostraba que Cristo tenía en su única persona, dos naturalezas: la divina y la humana. En cuanto Verbo era Dios y estaba con Dios; Él era Dios, Él era divino; en cuanto se hizo carne asumió la naturaleza humana y era humano; tenía la divinidad perfecta y la humanidad perfecta; o sea, las dos naturalezas en su sola persona, así como vemos en la calcedonia, el cuarzo y también el ópalo; el cuarzo que es cristalino y el ópalo que es opaco, uno mostrando simbólicamente la divinidad y el otro mostrando la humanidad, la humillación; y ¿saben qué, hermanos? Como hubo ese problema decidió hacerse un concilio para tratar el asunto.

La iglesia hizo un concilio, y en ese concilio por fin se logró llegar a esa conclusión definitiva de que la persona del Señor Jesús era una sola persona, la del Hijo de Dios, y era divino, tenía la naturaleza divina que no dejaba de ser divina por haberse hecho hombre, y también tenía la naturaleza humana, y que no dejaba de ser humano por el hecho de ser Dios que se hizo hombre; y que la naturaleza divina es divina y que la humana es humana, que no es medio hombre y medio Dios, sino Dios y hombre. Vemos, pues, que lo que Juan había enseñado salió a luz a través de estos hermanos; y ya saben dónde se realizó este concilio. ¿Dónde? En una ciudad que se llama Calcedonia; ¿por qué no se realizó en otro lugar? Precisamente en la ciudad de Calcedonia se realizó ese concilio; y ¿saben por qué a esta piedra preciosa se le llama calcedonia? Porque la traían de Calcedonia. Justamente en los alrededores de Calcedonia es donde está esta piedra, y el nombre de la ciudad le dio el nombre a la piedra; o sea que la piedra habla de la ciudad. Parece como si Dios escogiera unas llamadas "casualidades", que justamente en Calcedonia es donde se ven estos aspectos. A la calcedonia se le llama también ágata. Calcedonia está ubicada en Bitinia, en el Asia Menor. Bitinia está cerca de Constantinopla, un poco más cerca hacia el Bósforo en el Asia Menor, allí donde hoy es Estambul, que era Constantinopla, y un poquito más hacia Bitinia allí queda Calcedonia, y ahí se realizó el concilio de Calcedonia donde prevaleció la enseñanza de Juan acerca de la divinidad del Verbo: "1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". Y acerca de la humanidad: "14Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros". "Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo". Justo eso la Iglesia lo entendió en Calcedonia, y se llama Calcedonia justamente; es una cosa muy curiosa que en Calcedonia fuese donde quedó definido lo de las dos naturalezas de Cristo: la divina y la humana en la única persona del Hijo de Dios que se hizo hombre.


La calcedonia no se centra en sí misma
A esa piedra también, a una variedad de ella, se la llama ágata; por eso aquí el traductor traduce ágata; por eso allá en el Urim Tumim donde se dice shebu, lo tradujeron ágata, porque es la principal variedad de la calcedonia; entonces cuando decimos ágata, estamos diciendo calcedonia, sólo que la palabra calcedonia es más amplia; se le dice ágata porque también esas piedras provienen de un río que se llamaba ágata en Sicilia, Italia; hoy en día ese río se llama el río Drillo, pero antes se llamaba el río Ágata; y como esas piedras se sacaban del río Ágata, se les llamó en occidente ágatas, y en el oriente calcedonias; y noten lo curioso: como les estaba diciendo, esa piedra es críptica, es criptocristalina, adentro está formada por trapezoedros; un trapezoide es como una especie de figura geométrica con cuatro lados pero que no son iguales, sino que uno no puede ser paralelo con el otro; un trapezoide tiene una forma especial; cuando eso se lleva a lo espacial es un trapezoedro; entonces de esa piedra adentro los átomos cristalizan en esas formas, y eso hace que la piedra sea una piedra que no está centrada en sí misma; esa piedra no es una piedra simétrica; tiene la otra característica, que es la de que no se centra en sí misma. Cuando le entra la luz, la luz llega a los planos, a las tapas de los trapezoedros, y se desvía a la derecha con giro dextrógiro, y a la izquierda con giro levógiro; o sea que el ágata y/o la calcedonia desvían la luz. Se los voy a mostrar aquí para que ustedes entiendan eso; tiene la capacidad de darle la vuelta al rayo; es decir, el rayo entra de una manera, y cuando llega da la vuelta y sale de otra manera; sale para la izquierda o sale para la derecha, así como aparece acá en este dibujo. En el dibujo, entra la luz por un lado y forma un helicoide, da la vuelta, ¿si lo ven? Eso es lo que sucede con la luz cuando entra por la calcedonia; entra luz por un lado y da la vuelta; esa es una capacidad de la calcedonia, y eso es curioso. Esa luz entra por un lado y sale por la derecha, como quien dice, para Calcedonia, Teodoreto de Ciro; o sale para la izquierda, como quien dice, para Sicilia, o Italia, o León Magno. León Magno, que sí llegó a ser un papa, y que es como decir el primer gran papa que hubo, este hombre estaba muy claro en cuanto a la divinidad y la humanidad de Cristo; entonces en Oriente principalmente Teodoreto de Ciro con otros, y en Occidente principalmente León Magno con otros defendieron la humanidad y la divinidad de Cristo; es curioso que esa luz que entra en la calcedonia sale para la derecha y sale para la izquierda, dando vuelta; es una cosa curiosa. Los escritos de Teodoreto de Ciro y de León Magno fueron los que prevalecieron en Calcedonia manteniendo la enseñanza de Juan.

Juan se escondía a sí mismo
Pero la parte que más me ha tocado, y por eso yo les dije que me sentía totalmente indigno, es este otro aspecto de lo criptocristalino. Como es una piedra que no está centrada en sí misma, tiene la capacidad de transmitir, como les digo, el ultrasonido, que son aquellas ondas de sonido que el oído humano no las capta, y por eso se llama ultrasonido; pero al tener una piedra estas características, de no estar centrada en sí misma, puede transmitir el ultrasonido; es decir, las cosas más profundas pueden ser transmitidas por la calcedonia que está representando a Juan; lo más profundo lo transmite Juan; pero miren que Juan está también representado como el águila; el águila es uno de aquellos cuatro seres vivientes; uno de esos cuatro seres vivientes era el águila volando; y entre los seres vivientes hay serafines y hay querubines; los serafines tienen seis alas; y solamente con dos vuelan; pero con cuatro se tapan, con cuatro se ocultan, que esa es la característica que más me toca a mí de Cristo en Juan; ellos se esconden; con dos alas se tapan la cara, con dos alas se tapan los pies; ocupan más escondiéndose que volando; ellos vuelan con dos alas y se esconden con cuatro alas; y Juan, representado por la calcedonia, que es una piedra no centrada en sí misma, es alguien que se escondía; por eso es que yo digo que no soy digno de hablar de esto, porque yo no me escondo; yo escribo algo y lo primero que hago es chantar mi firma, fulano de tal; en cambio Juan no; Juan era alguien que se escondía.

Si ustedes quieren ver eso, vayan conmigo al evangelio de Juan, que es la característica más preciosa que es la que descansa sobre las dos anteriores. Vamos a San Juan 1:40; resulta que Juan el Bautista tuvo varios discípulos; entre los principales discípulos de Juan el Bautista, que luego Juan el Bautista los dio a Cristo, porque él dijo que el que tiene a la esposa es el esposo, entre los discípulos más cercanos a Juan el Bautista uno era el apóstol Juan y el otro era el apóstol Andrés; Juan y Andrés fueron primero discípulos de Juan el Bautista y luego fueron discípulos de Jesús porque Juan el Bautista dijo: este es el Cordero de Dios; el que tiene la esposa es el esposo; entonces cuando ellos vieron a Juan y vieron a Jesús que pasaba por ahí, Juan les dijo: este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; Andrés y Juan le siguieron. Pero el apóstol Juan, al escribir de esto, dice que siguieron a Jesús: Andrés y otro discípulo. No lo nombra, pero era él mismo; era él, pero él no dijo nada; él hablo de Andrés; puso el nombre Andrés; él era uno, él otro era el otro. Dice Juan 1:35: "35El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 37Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús"; y luego identificó a uno de los dos, a Andrés, pero él mismo no se identificó, él se quedó oculto, el se quedó escondido.


Juan recibió revelaciones especiales
Pasemos ahora al 13:23; ahí está cuando Jesús está anunciando la traición; ellos se recostaban en mesas no como ésta; a veces cuando leemos la palabra mesa y decimos que Juan estaba recostado frente al pecho de Jesús, entonces nos lo imaginamos en este tipo de mesa, y nos imaginamos a Juan así como echado en Jesús; no era así; las mesas eran bajas y en forma de herradura; el que servía entraba por la herradura abierta y las personas se reclinaban, como decir, recostados; se reclinaban así alrededor de la herradura; entonces si Jesús estaba recostado aquí, el que estaba al frente de Jesús recostado era Juan; o sea que está, como decir, sobre su pecho; era Juan, los otros estaban así alrededor; entonces cuando Jesús les dijo que uno de ellos lo iba a traicionar, todos empezaron a preguntar: ¿quién es, soy yo? Pero Pedro le hizo señas a Juan: pregúntale quién es; entonces Juan en privado le dijo: Señor, ¿quién es? Hay cosas que el Señor sólo le reveló a Juan; entonces el Señor lo reveló a Juan: "A quien yo diere el pan mojado, aquel es"; entonces agarró el pan y se lo dio a Judas Iscariote, y le dijo: "Lo que vas a hacer, hazlo más pronto"; los demás no supieron. ¡Ah!, como él tenía la plata, seguro tuvo que salir a comprar algo o a dar una ofrenda, o a alguna otra cosa, pero el que supo fue Juan; de los demás ninguno supo nada.

Significa que hubo cosas que Dios sólo le reveló a Juan; le reveló quien era el traidor; posiblemente le haya revelado quien sería el anticristo, porque en Apocalipsis suenan los siete truenos, y Juan iba a escribir, y el Señor le dijo: no, no lo escribas, séllalo; es algo criptocristalino; Juan lo sabe, pero nadie más lo sabe; sólo Juan sabe lo que dijeron los siete truenos de Apocalipsis; cuando lo iba a escribir le fue prohibido escribirlo, pero a él se le permitió oír y entender, pero no lo pudo escribir, sino sellarlo, y lo dejó sellado; por eso es criptocristalino; sólo Juan sabía ciertas cosas, sólo Juan sabía quien era el traidor en ese momento, sólo Juan sabía lo que dijeron esos siete truenos; nadie más sabe; le fue prohibido escribirlo. Además los otros apóstoles ya habían muerto cuando Juan escribió esto; sólo Juan sabía estas cosas. Bastante críptico, criptocristalino.


Juan no busca ser el primero
Ahora vamos al 13:23: "Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba". ¿Ven? Pablo también es un siervo de Dios, Pedro también; pero Pedro dice: "Pedro, apóstol de Jesucristo"; Pablo dice: "Pablo, apóstol de Jesucristo, honro mi ministerio"; pero Juan dice: "23Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. 24A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. 25Él entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo..."; ¿se dan cuenta? Él está hablando de uno de los discípulos; él está escondido. ¿Se dan cuenta de esa característica preciosa de alguien que sabe salir del centro? Hermanos, aquí primero Pedro tuvo revelación, ¿verdad? Y Pedro aparece de primero; Juan corría más que Pedro; cuando vieron que las mujeres dijeron que había resucitado el Señor Jesús, salieron corriendo los dos, Pedro y Juan, y el que llegó primero fue Juan, pero Juan dejó entrar primero a Pedro; Juan se quedó esperando y dejó entrar a Pedro y Pedro entró; cuando Pedro entró entonces detrás entró Juan, y dice: y vio, y creyó; incluso sin ver al Cristo resucitado él ya creyó; aunque él llegó primero. Noten la característica de Juan.

La vez pasada nos detuvimos en el zafiro y veíamos que es más difícil ser segundo que ser quinto, que ser octavo, que ser veintisiete; pero Jacobo se mantuvo de segundo; es decir, se necesita mucha madurez para quedarse de segundo, porque siempre el diablo quiere ser Dios, el segundo quiere ser primero; solamente una persona muy madura se mantiene de segunda; el segundo, Jacobo. ¿Cuál es la tribu que juzga Jacobo? Dan; juicio; ¿de qué nos habla el zafiro? Del juicio a sí mismo; pero sobre el zafiro está la tercera piedra que es la calcedonia. Cuando uno se niega a sí mismo, cuando uno juzga el pecado en sí mismo, uno sale del centro. ¡Ah!, el Señor es el centro; Juan deja pasar primero a Pedro,  menciona primero a Andrés, menciona a los demás; eso es madurez, saber hacerse a un lado, quedarse de segundo o de tercero, o de último. Note, "uno de sus discípulos al cual Jesús amaba", claro, El ama a todos los discípulos, pero a él le importaba que a él lo amaba, pero uno; él podía decir: yo Juan, como decía Pablo: Yo Pablo, miren con cuan grandes letras os escribo; pero Juan era otra clase de piedra preciosa que tenía otra belleza, salía del centro, no aparecía, no estaba centrado en sí mismo, se hacía a un lado.


Juan habla en tercera persona al referirse a sí mismo
Mirémoslo también en el capítulo 18:15: "Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo"; él podía decir el nombre como dijo el de Pedro, como dijo el de Andrés. ¿Por qué no dice sino el otro? porque era él, ¿ven? "Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote". Él fue el que introdujo a Pedro al patio; menciona a Pedro como si el principal fuera Pedro, y el otro es sólo otro discípulo; no dice el nombre.

Pasemos al 19:35; todo el tiempo Juan es así; dice: "Y el que lo vio da testimonio"; no dice: yo lo vi, aunque en otra parte dice: hemos visto, ahí está el plural, pero ahora que es el que escribe esto dice: "Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis". Hermanos, por eso yo les digo que no soy digno de hablar ni siquiera de Juan, menos del Señor; un hermano que sabía salirse de ser el centro; eso me habla mucho, eso me enseña. Ese Cristo formado en Juan.


Veamos el capítulo 20:2: "2Entonces corrió y fue a Simón Pedro (¿quién? María Magdalena) y al otro discípulo, aquel a quien amaba Jesús, y le dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos donde le han puesto. 3Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió mas aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 8Entonces entro también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó". ¿Se dan cuenta de cómo habla Juan?


Pasemos al 21:7. Miren, hermanos, cuando ustedes leen los evangelios sinópticos, leen a Mateo, a Marcos y a Lucas, se dan cuenta de que siempre dicen que llamó primero a Pedro; claro, con Andrés; después llamó a Jacobo y a su hermano; después llamó a Felipe, y después llamó a Natanael; es decir, a los que llamó de segundo, después de haber llamado a los primeros hermanos que fueron Pedro y Andrés, a los que el Señor llamó de segundo fue a Juan y a Jacobo que eran hermanos; en todo el evangelio de Juan empieza él a hablar cómo primero era Andrés, cómo después era Pedro, y luego se salta encima de Jacobo y Juan, y no los menciona para nada, y luego dice cómo llamó a Felipe y cómo llamó a Bartolomé; saltó por encima de su hermano y de él; y aquí, cuando está nombrando los nombres de los discípulos dice: "Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo"; ya no les pone nombre propio, sino los hijos de Zebedeo; noten cómo explica bien claro: Simón Pedro; da los dos nombres de Pedro; luego dice: Tomás llamado el Dídimo; da el nombre y el apodo, ¿verdad? Natanael, y dice de donde era, de Caná de Galilea; pero luego, para referirse a ellos mismos, dice los hijos de Zebedeo, así.


La verdad está por dentro
Si leyéramos sólo a Juan no sabríamos quiénes eran los hijos de Zebedeo; no habla nada del mismo Juan, no habla nada de Zebedeo, y cuando habla, lo habla de una manera críptica; la verdad está por dentro, pero por fuera está escondido. ¿Se dan cuenta? Esa es la característica de Cristo en Juan. Hermanos, cuánto me toca esto; uno siempre quiere estar allá y aparecer de primero, en cambio Juan es lo contrario, se está esquivando, está llevando la dirección a otro. ¡Qué cosa preciosa! Luego pasamos al 21:20: "Volviéndose Pedro, vio que les seguía (hubiera podido decir: Juan, pero para esconderse dice:) el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, quién es el que te ha de entregar?" y dice el verso 24: "Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero". Habla en tercera persona de él; por eso algunos críticos dicen: esto no lo escribió Juan, porque aquí habla en tercera persona, esto lo escribiría otro; pero es el mismo Juan. "Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero". Hermanos, nos damos cuenta de esa característica preciosa del apóstol Juan, una persona madurada de tal manera para que no se centre en sí mismo.

El problema de Satanás comenzó, y todos los problemas del universo, del invisible y del visible comenzaron, cuando dejamos de centrarnos en el Señor y nos centramos en nosotros mismos. Cuando Satanás se vio tan bello y tan sabio, comenzó a pensar demasiado en sí mismo y ahí fue cuando empezó a pensar: pero ¿por qué no soy yo Dios? y al fin concibió sentarse en el monte de Dios, en el trono de Dios, a los lados del norte, y ser como Dios; ahí comenzó el problema, cuando uno se centra en uno mismo; y yo pienso que por eso la calcedonia descansa sobre el zafiro, como el zafiro descansa sobre el jaspe; el jaspe nos habla del fundamento, de revelación, y cuando hay revelación, cuando estamos a la luz, entonces en la luz vemos las cosas, ahí juzgamos el pecado, Dan, Dios juzgó. Cuando tenemos luz juzgamos el pecado, y cuando se juzga el pecado, y solamente cuando se juzga el pecado, es que podemos salirnos del centro, es que podemos salir de la primera silla. Dijo el Señor: no te sientes en la primera silla, no sea que otro más honorable que tú tenga ese lugar y te toque irte; ve y siéntate en el último lugar; eso era lo que hacía Juan; ni siquiera contó la historia de su llamamiento; contó la de los de antes de él y la de los de después de él; ni la de su hermano, para que por su hermano no apareciera él; ni siquiera la contó. Hermanos, esto me habla profundamente, gracias al Señor. "Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas"; pareciera que hablara de otro para no llamar la atención a sí mismo, y algunos dudan si sería él; justo, por tanto que se escondía, por eso se dice que la calcedonia es criptocristalina y no está centrada en sí.


Ahora, hay otra característica más que también tiene la calcedonia; la calcedonia es fosilizante; es una piedra que fosiliza incluso animalitos, plantitas; y a veces justamente se encuentran calcedonias con animalitos allí enterrados dentro como un fósil; lo conserva; y justo a esas piedras preciosas las tallan, las pulen, y les dejan ese animalito fosilizado adentro; a veces no son animalitos; es como esa ágata que se llama ágata musgosa, porque le entran aquellas disoluciones que se filtran por esos espacios que quedan; a esas filtraciones se les llama dendritas, como las de las neuronas que tienen unos filamentos con que se conectan; y esos filamentos por donde se cuelan aquellas disoluciones en las piedras, principalmente rodeadas de granito y otras, se van metiendo dentro y forman como arbolitos, como paisajes, como les mostré allí en las fotos; a veces son de varios colores, a veces parecen hechas a tinta china; dibujados con tinta china, a veces tienen rojo, a veces tienen verde, según los elementos que tenga; los elementos pueden ser níquel, a veces cromo que es el que le da el color verde, y también otros colores; esa belleza está escondida; a veces forma estrellas, todas esas bellezas, esos paisajes, ese arco iris, todo eso está escondido, está guardado;y Dios, al identificar a Juan como calcedonia, nos está hablando de una obra preciosa del Hijo mismo; "Yo no hago nada por mí mismo; yo no busco mi gloria, hay quien la busca pero no yo; otro es el que da testimonio de mí, no yo". ¡Eso es muy precioso! Cuán difícil es uno, hermano; uno quiere dar testimonio de uno mismo; como les dije, uno quiere chantar su firma, defenderse; en cambio Juan, que había sido tratado, se esconde. Por encima del zafiro está la calcedonia porque cuando hay luz y revelación, entonces hay juicio al pecado, el zafiro; cuando hay juicio al pecado, uno sale del medio, uno no se centra en sí mismo como Satanás, uno se oculta. ¡Señor Jesús! Todo lo que nos habla la calcedonia es de la belleza adentro, la belleza escondida, la belleza velada, así como la novia; de la novia al principio, en Cantar de los Cantares, se dice: sus ojos son como de paloma; dice al principio el novio de la novia. La paloma representa al Espíritu Santo; ojos de paloma son ojos ungidos; pero a veces nosotros no sabemos guardar lo que vemos, en cambio Juan vio y guardó. Mas adelante, cuando la novia es más madura, se vuelve a decir: "sus ojos como de paloma", pero le añade una frase que no había dicho antes: "escondidos detrás de las guedejas"; veía pero estaba escondida, se velaba. Nosotros al principio vemos una cosa, y enseguida la decimos. Dice Pablo: hace catorce años conozco a un hombre en Cristo que fue llevado al tercer cielo donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Hacía catorce años Pablo estaba escondiendo eso, nadie sabía lo que él sabía; sólo cuando fue necesario lo dijo; porque era necesario, porque estaba corriendo peligro la Iglesia, entonces él dijo cosas que llevaba ocultas 14 años. Como se dice de la novia joven: tus ojos son como de paloma; y de la novia ya madura se dice: tus ojos son como de paloma entre las guedejas; las guedejas son el cabello que es el velo; escondida, velada. Juan era alguien que sabía discernir pero sabía guardar, alguien que no estaba metido sino siempre velado, y sin embargo, era el que Dios puso para remendar, para recubrir, y esa es la característica de la calcedonia; la calcedonia recubre, llena los vacíos, y ese es el apóstol Juan; está velado mirando donde puede ayudar, mirando donde están los peligros, las herejías; fue Juan quien trató esas herejías; el que más trató las herejías fue Juan; el que quedó de último en Asia fue Juan. Fosilizante, conserva; si no están cubiertos con calcedonia, esas cosas se las llevaría el viento, pero la calcedonia las fosiliza, las cubre y las conserva. Es una de las características de la calcedonia.


Para resumir, leamos algunos detalles acerca de la calcedonia, del ágata:


1º. La calcedonia está compuesta de capas de cuarzo y ópalo; combina elementos diferentes pero que se pueden relacionar, así como Cristo que es Dios y es hombre.


2º. Es criptocristalina; por ser criptocristalina e interiormente estar formada por trapezoedros, por fibras, los átomos forman trapezoedros, por eso la luz que le llega da la vuelta así como en un helicoide, como en élices, así como el ADN que da esas vueltas así, y sale la luz para la izquierda, levógiro, y para la derecha, dextrógiro; eso quiere decir que él gira en plano a la luz polarizada; la luz polarizada entra y la gira; es decir, la muestra por la derecha y por la izquierda; y el que muestra las cosas realmente es Juan.


3º. Por no estar centrada en sí misma, tiene la capacidad de transmitir el ultrasonido, se usa para transmitir el ultrasonido.


4º. Cuando tú la miras al microscopio es translúcida, con bellos colores; cuando tú la miras afuera, incluso esa que le llaman huevo de trueno, parece una piedra oscura; a veces parece un cristal sencillo; a veces sólo se puede ver la belleza con el microscopio; a veces, para ver la belleza, tienes que mirar con microscopio. Y termino con esto: he estado estudiando sobre las piedras; la única piedra de la cual no se han descubierto todos los secretos es la calcedonia; a las otras piedras las analizan, y dicen: esto se forma por esto, esto se forma por aquello; pero de la calcedonia dicen los especialistas, los máximos especialistas, que no saben cómo se forman esas capas, abundan muchas teorías, pero éstas no concuerdan, porque aquí, dicen, le pasa esto; aquí ya no concuerdan. La calcedonia sigue teniendo misterios adentro. Como el evangelio más profundo, como el libro más misterioso, el Apocalipsis, así es la calcedonia. Hermanos, yo pienso que tengo que aprender mucho de Juan. Miren qué curioso, y con esto termino: justo en estos días en que estamos hablando de las piedras preciosas, hoy salió en el periódico este dibujo con las piedras preciosas; parece como si el Señor estuviera diciendo: estoy interesado en que sigan analizando esto. Ahí aparecen varias piedras preciosas: amatista, esmeralda, aguamarina y otras piedras. La tribu que corresponde a Juan por el ágata es Aser, que quiere decir: feliz, dichoso, bienaventurado. Para eso profetizó Jacob de Aser lo siguiente: "20El pan de Aser será subtancioso, y él dará deleites al rey". El tercer mes bíblico y cósmico es el de Siván. ☐

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